El uso de aviones no tripulados para labores de inteligencia e, incluso, ataques militares data, al menos, de mediados del siglo XX aunque ha sido en esta década cuando se han hecho mundialmente conocidos por sus aplicaciones civiles y por su uso militar por parte de EEUU para atacar a terroristas, sin poner en peligro las vidas de sus pilotos y sus cazas.
En el mundo de los vehÃculos aéreos no tripulados se utilizan infinidad de siglas y palabras pero no siempre se hace de forma correcta por cuanto la mayoría no son sinónimos. De hecho, el actual problema para expertos, periodistas y público en general que ningún organismo oficial, español o internacional, ha regulado y definido con propiedad cómo llamar a cada tipo de aparato confundiéndose o quedando al criterio del autor de cada información o informe el uso arbitrario de palabras como drone, UAV, UAS y RPAS entre otras muchas.
En los últimos años se utiliza la palabra drone «se emplea en aeronáutica para denominar los vehÃculos aéreos no tripulados, la mayoría de uso militar», según publica la Fundación del Español Urgente. Sin embargo, este término no figura aún en el diccionario de la Real Academia de la Lengua por lo que no existe como tal.
Por ello, lo más correcto para hablar de ello es llamarlos UAV, siglas que identifican a las palabras inglesas Unmanned Aerial Vehicle de vehÃculo aéreo no tripulado. Eso siempre que se habla del aparato que vuela, ya que si estamos refiriéndonos al sistema completo -o sea el avión más el sistema de control- se habla de UAS, Unmanned Aerial System, o sistema aéreo no tripulado.
Además, en los últimos años se ha adoptado por parte de los expertos las siglas UCAV, Unmanned Combat Aerial Vehicle, vehÃculos aéreo no tripulado de…