«Estamos acostumbrados a enfrentar problemas y vamos a salir adelante de todas maneras, no me cabe ninguna duda», afirmó taxativo el vicepresidente ejecutivo del grupo Latam e integrante de la familia controladora de la compañía aérea, Enrique Cueto.
Lo dijo mientras exponía en la segunda jornada de actividades del XII Encuentro Santander-América Latina que se realiza en la ciudad de Santander, tras relatar la historia de Lan, que partió en 1993 cuando compraron la aerolínea casi recién privatizada, y llegar a la coyuntura para admitir un dato duro: La valorización bursátil del grupo ha disminuido desde US$12.200 millones en octubre de 2012 -poco después de anunciar la fusión con la brasileña Tam- a US$8.300 millones en junio de este año, una baja significativa que no lo deja para nada indiferente.
Ya consultado en especÃfico sobre el castigo que le ha aplicado el mercado, reconoció que «todo el mundo le echa la culpa a la fusión», pero aseguró que ella «no tiene que ver».
Explicó que son varios los factores que han estado complicando los resultados de Latam, aunque subrayó que el principal es la «brutal» devaluación de la moneda brasileña, el real, que pasó desde 1,67 reales por dólar cuando se afinaba la fusión, a 2,20 reales por dólar en la actualidad.
El mercado doméstico en Brasil representa un 27% de los ingresos de todo el grupo Latam y además en Brasil todos los ingresos son en reales, mientras que un 60% de los costos son en dólares. Así, el impacto del cambio en el valor de la moneda en los resultados es importante.
Pero, insistió Cueto, la solución «es un tema de tiempo», porque las sinergias de la fusión «están y hemos encontrado miles de oportunidades» y las medidas para hacer frente al debilitamiento de la operación en Brasil se están tomando.
Una de las decisiones en ese mercado es reducir la capacidad. Ya se hizo en un 2% en 2012, se hará otro 9% este año y «seguramente en 2013 no vamos a crecer en capacidad», dijo Cueto. De este modo, sintetizó, se ataca durante tres años seguidos la sobreoferta en Brasil, que es una de sus mayores debilidades.
El otro problema en Brasil es que creció menos, lo que afecta el negocio de carga, y aumentó la competencia aérea de Estados Unidos. Una medida en aplicación para contrarrestar estas complicaciones, entre varias otras, es aumentar el negocio internacional, con tickets de denominación dólar, en desmedro de los locales.
«El negocio doméstico en Brasil lo vamos a estabilizar», afirmó el ejecutivo.
-¿Hay un problema de gestión en Tam?
-No. Hay una gerente general hace un año, que es brasileña, y está tomando las riendas de toda la operación. Hay muy buen capital humano.
«Este año seguiremos con números complicados, pero el próximo estamos tranquilos que van a mejorar considerablemente. Somos optimistas», subrayó.
Pero si el real sigue subiendo, «tendríamos que ser genios», admitió.
-¿Ha sido tan inesperada la devaluación?
-Cuando partimos, nadie se lo imaginaba. En el país más pacÃfico del mundo… no pueden creer lo que está pasando en las calles. Han tenido una devaluación mucho más allá de lo que esperaban y el mundo después de lo que dijo Bernanke cambió para todos.
Este es un escenario externo más complicado, pero estamos tranquilos porque lo que estamos construyendo, el modelo de Latam, es hÃper robusto. El liderazgo en la región, poder conectar a todos los países… ¿En qué nos hemos demorado? En tener los acuerdos con American, en tener los slots… y eso pasará para el Mundial.
¿Argentina?: » Hay que estar»
Sobre Argentina, dijo que el negocio es de largo plazo y los problemas, de corto. Entonces, «hay que estar ahÃ, y hay tiempos buenos y menos buenos».
«No hemos pensado bajo ninguna circunstancia dejar Argentina, salvo que, y como al final esta industria está tan relacionada con los estados, el gobierno nos pidiera salir. Pero mientras no sea así, y no lo ha sido hasta ahora, ni creo que vaya a ser, porque hemos tenido las mejores relaciones con el gobierno, ahà vamos a estar», recalcó.
Tras aclarar ese punto, sí definió que «los problemas que tenemos tienen mucho más que ver con el hecho de tener una compañía estatal, como es Aerolíneas Argentinas, porque obviamente el Estado la tratará de proteger». Y eso, mientras necesite recursos y piense que una buena manera de mejorar sus números sea limitando las competidoras.
«Esta industria seguirá consolidando»
En su exposición, Cueto se refirió a la aerolínea panameña Copa como ejemplo de buena gestión de una empresa más pequeña. Entonces, la pregunta fue ¿les interesa una alianza con esa compañía? «Nos encantaría hacer algo. La encuentro extraordinaria, pero no sé si la comisión antimonopolio nos dejaría», respondió.
Y es que Cueto cree que en el futuro la industria aeronáutica «seguirá consolidándose, pero de una manera distinta». A ese modo, le llamo alianzas sintéticas, que son como artificiales, básicamente acuerdos de operación en rutas determinadas».
Comentó que en Europa y Estados Unidos, «en eso están todos», mientras que en América Latina «no existe» porque aún resta superar los reguladores antimonopolios.