En el primer semestre del año, sólo uno de cada 19,000 pasajeros fue sacado de vuelos sobrevendidos por las aerolíneas estadounidenses, la tasa más baja en al menos dos décadas, indicó el Departamento de Transporte de Estados Unidos.
El mayor descenso ocurrió entre abril y junio, en parte porque las aerolíneas comenzaron a pagarles a mucho más pasajeros para que cedieran sus asientos.
Una práctica que les resultó contraproducente en el cuarto mes del año, cuando empleados de United, cuyo ofrecimiento de cupones de viaje fue ignorado, solicitaron ayuda a agentes del aeropuerto de Chicago para sacar a cuatro personas de un vuelo de United Express, a fin de que hubiera espacio para que empleados de la compañía pudieran efectuar su conexión a su siguiente vuelo. Un hombre de 69 años fue arrastrado a la fuerza por el pasillo del avión y otros pasajeros capturaron el espectáculo con las cámaras de sus teléfonos móviles, lo que transformó el incidente en un desastre de relaciones públicas para la línea aérea…