Aparte de sus aplicaciones militares, los aviones no tripulados, o drones, han demostrado ser hábiles cineastas, pastores de ovejas, repartidores, guías turísticos, espías y analistas de suelos. Las múltiples aplicaciones de estos aparatos los convierten en la herramienta del futuro, hecho que despierta curiosidad pero también recelo a nivel mundial.
Si bien muchos todavía asocian a los drones con la industria militar, mientras más avanza la tecnología, más accesibles, pequeños y baratos terminan siendo estos dispositivos para el público general. Hoy en día, los consumidores pueden comprar su propio drone por incluso menos de 600 USD en Mercado Libre, y además, esta tecnología ha demostrado ser útil para diversos propósitos.
El hecho de que los drones cada vez sean más precisos y ligeros genera oportunidades para su uso en áreas urbanas. Se trata de aparatos que pueden ser programados para aprender de maniobras repetidas a través de cámaras y sensores, lo que permite afirmar que pronto podrían navegar de manera independiente a través de ciudades. Así, podríamos comenzar a ver drones sobrevolando las calles y siendo utilizados para todo orden de cosas, desde servicios de entrega hasta limpieza de ventanas.
La curiosidad por tales servicios se desencadenó luego de que Amazon revelase su plan de un sistema de entrega utilizándolos (ver recuadro). Desde entonces, esta tecnología se ha vuelto cada vez más prometedora. En diversas industrias se está comenzando a hacer uso de esta tecnología emergente y una creciente cantidad de drones lleva a cabo servicios a decenas de metros de altura.
¿Estamos ante una tecnología en expansión? Expertos coinciden en que sí, y en que nos paramos ante una tecnología que moverá cifras billonarias en los próximo años. En ese sentido, la mezcla de negocio y novedad plantea desafíos en lo relativo a seguridad del espacio aéreo, protección frente a posibles caídas de los aparatos, y respeto a la privacidad.
Las mil y una posibilidades
EspecÃficamente, la consultora estadounidense Frost&Sullivan realizó un estudio en el que se calcula que en dos años, los drones civiles generarán un negocio de cerca de 2.500 millones de dólares a nivel mundial. ¿En qué se basa eso? En los posibles trabajos que este tipo de dispositivos pueden realizar y en la potencialidad que auguran en distintas áreas. A decir, un drone puede:
"¢ Obtener nuevos planos de cámara. Diversas empresas se dedican a un nuevo estilo de fotografía y la toma de video, cosa que ya se hace en Uruguay.
"¢ Incrementar la seguridad. Pueden ser utilizados como refuerzo en la vigilancia y el control de seguridad en los estados. De hecho, el Ministerio del Interior cuenta con dispositivos nombrados "colibrÃe" que apoyan el monitoreo policial.
"¢ Ampliar las redes de Internet. A modo de ejemplo, en Estados Unidos, Facebook negocia la compra de drones con el objetivo de instalar Internet donde actualmente no llega.
"¢ Cubrir diferentes usos agrÃcolas. En Asia, ya hace tiempo que se usan estos aparatos para esparcir pesticidas y fertilizantes en los campos de arroz. La agricultura de precisión y la monitorización de los campos es otra de las áreas de desarrollo en la que los drones se insertan con total efectividad, habiendo en Uruguay varias empresas que brindan el servicio.
"¢ Estudiar fenómenos meteorológicos. La Universidad de Oklahoma está ultimando un proyecto para enviar drones en el epicentro de un tornado para predecir su trayectoria. Asimismo, la NASA los utiliza para mejorar las predicciones del clima global y con ello mitigar los riesgos ambientales.
"¢ Detectar incendios. Estos aparatos permiten a los bomberos obtener más información sobre la evolución de los incendios para poder actuar mejor en su extinción. Su desplazamiento y la altura que pueden conseguir los vuelve una herramienta ideal…