Akbar Al Baker no da puntada sin hilo. Ni cuando habla de sus competidores, ni cuando se trata de que su aerolínea gane pasajeros e influencia. El penúltimo as que acaba de sacarse de la manga el consejero delegado de Qatar Airways, que seguro ya piensa el siguiente, es un servicio lanzadera entre Doha y Dubai, con 18 vuelos diarios entre la capital de Qatar y los dos aeropuertos que tiene el emirato.
La intención de Al Baker está meridianamente clara. Lo que quiere es convencer al viajero, de ocio y de negocio, de que le compensa volar a Doha y conectar allí con un vuelo de larga distancia de Qatar Airways. Incluso, aunque Emirates ofrezca ese mismo destino desde Dubai y el pasajero tenga que pasar una hora más en el avión para llegar a Doha. Para hacerle ver que, pese a todo, Doha es la mejor opción, todo son facilidades. Mostradores exclusivos, acceso rápido al control de inmigración, millas extra… Y la posibilidad de modificar una vez su reserva sin cargos adicionales, hasta tres horas antes de la salida del vuelo. Todo por el módico precio de 145 euros ida y vuelta.
Recuerda, de lejos, al ‘Puente Aéreo’, el servicio de Iberia entre Madrid y Barcelona, uno de los corredores con más tráfico de Europa. El ‘Puente Aéreo’, que permite volar sin reserva previa, nació en 1974. Marcó un antes y un después, tanto para Iberia como para sus pasajeros, porque hacía la vida más fácil a los ejecutivos y, de paso, transportaba desde Barcelona pasajeros que no tenía como destino final Madrid, sino América Latina, EEUU, Ãfrica…
