El aeropuerto de Berlín, que lleva ya cinco años de retraso sobre la fecha original de apertura, y que finalmente abrirá con más de ocho años sobre la fecha inicial, necesita ahora otros mil millones de euros para que se puedan acabar las obras, según informó ayer el Bild Am Sonntag y reprodujo la mayor parte de la prensa seria alemana. Ahora, con este nuevo retraso, la apertura (provisional, porque dado el caso, sólo se puede hablar de fechas provisionales) tendría lugar en octubre de 2020.
La organización que se encarga de las obras, Flughafen Berlin Brandenburg GmbH (FBB), responsable de todos los aeropuertos de la capital alemana, se reunió antes de las Navidades e informó a la dirección que necesita esos mil millones de euros para poder acabar el proyecto.
Mientras tanto, los retrasos siguen generando costes adicionales, por incumplimiento de compromisos. Cada mes el aeropuerto genera una deuda de 25 millones de euros, entre otras cosas porque algunas inversiones se hicieron ya hace diez años y ahà siguen sin generar rendimiento. Hasta el 2020, la nueva fecha de apertura, se considera que habrá un desfase en estos gastos de 750 millones de euros.
La diferencia hasta los mil millones se derivan de otros conceptos que han debido de actualizarse. En algunos casos, material instalado para la primera inauguración, en junio de 2012, debería ser renovado porque ha expirado su periodo de vida útil, sin que se haya estrenado. Pero, ciertos equipos necesitan una actualización. Igualmente, la informática prevista en 2012 ha sido ampliamente desbordada y ahora se necesita una renovación, pese a que no se a estrenado jamás.
La empresa gestora del desastre dice que puede obtener 400 millones mediante endeudamiento, pero no hay acuerdo sobre cómo conseguir la diferencia hasta los 600 millones…