5 300 toneladas de gases contaminantes se generan al año en el Aeropuerto Mariscal Sucre. En las operaciones aéreas, casi todo contamina: los motores de los aviones, los autos que trasladan las maletas, las luces de la pista, los desecho"¦
En América del Sur, el aeropuerto de Quito es el único (además del ecológico de Galápagos) que ha medido ese tipo de emisiones. El conocer su huella de carbono le hizo acreedor, a inicios de septiembre, a una certificación por parte del Consejo Internacional de Aeropuertos, ACI , al que pertenecen más de 1 861 miembros, en 177 países.
Desde hace cuatro años, el ACI inició un programa que consta de cuatro fases para disminuir la contaminación en las terminales aéreas del mundo. La certificación de huella de carbono es la culminación de la primera fase, que el Mariscal Sucre arrancó en mayo pasado. Como primer paso, se debió obtener cientos de datos para alimentar una herramienta informática estandarizada que calcula la huella en los aeropuertos a escala mundial.
Debió saber, por ejemplo, cuántos vehÃculos trabajan en la terminal, cuánto se mueven, el consumo de energía, del aire acondicionado, la generación de desechos, etc. Las 5 300 toneladas de gases que genera la terminal son una cifra baja para ser un aeropuerto con capacidad para movilizar a 7, 5 millones de pasajeros. Otros aeropuertos de la región, como el de Puerto Vallarta (México), genera una huella de 6 000 toneladas al año, pero con un movimiento de apenas 2,5 millones de pasajeros. ¿Qué llevó al Mariscal Sucre a tener una huella baja y a comprometerse a disminuirla?
Para Jaime Pérez Basantes, gerente de ambiente, seguridad industrial, salud ocupacional y de responsabilidad social de Corporación Quiport, es el resultado de medidas ambientales que rigen la operación de la terminal y a que se trata de un aeropuerto nuevo…
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