Si algún aeropuerto puede ser sostenible (la aviación comercial es responsable del 3,5% de las emisiones globales y ha duplicado las suyas desde 1990), este es sin duda el que más se acerca a ello. Materiales de construcción ecológicos, reciclados o generadores de escasas emisiones de carbono, soluciones energéticas innovadoras y una gestión de residuos modélica son las características que hacen que la nueva terminal aeroportuaria de Oslo (Noruega), inaugurada el pasado mes de abril, haya sido considerada la más verde del mundo.
Entre las ideas más originales puestas en práctica en el nuevo edificio del aeropuerto de Gardermoen, a 48 kilómetros al noreste de la capital, que amplía con su puesta en marcha su capacidad de recepción de viajeros a 32 millones anuales, está el uso de la nieve acumulada durante el invierno para refrigerar las instalaciones durante el verano, una iniciativa pionera a nivel mundial en esta clase de infraestructuras.
Se usan aguas residuales para generar calefacción, y se recicla el 91% de los residuos
La nieve retirada durante los meses invernales de las pistas de despegue y aterrizaje y de la plataforma de rodaje, que puede alcanzar un volumen de hasta 22.000 metros cúbicos cada temporada, se conserva acumulada y protegida por una capa de serrín en una piscina de 8.000 metros cuadrados para utilizarla como elemento enfriador de la terminal de pasajeros, que con ello consigue reducir considerablemente el consumo energético durante las horas punta.
En los meses más cálidos, el frío del agua de fusión se recupera en un intercambiador de calor y se transfiere a la planta central de refrigeración. El agua se devuelve a la pila para repetir el intercambio de calor con la nieve y el hielo allí acumulados, lo que hace posible un nuevo ciclo de transmisión de energía fría a los sistemas centrales de refrigeración.
Por su parte, las aguas residuales de la parte meridional de los municipios de Ullensaker y Nannestad y del mismo aeropuerto de Oslo se recuperan y se utilizan para abastecer la calefacción en invierno. Un sistema de bomba de calor emplea estas aguas grises y suministra el calor a los edificios a través de una red de alcantarillas con tuberías de calefacción y refrigeración…