Las profesiones que de niños soñamos para nuestro futuro suelen estar ligadas a una gran dificultad para llegar a desempeñarlas. La de piloto de aerolínea no es una excepción: además de talento en materias como física o matemáticas y unos nervios de acero, hace falta un músculo financiero personal fuera de lo común para acceder a ella. Y es que el coste de la formación que permite manejar una aeronave comercial puede llegar a los 100.000 euros, cifra difícil de afrontar para la mayoría de los hogares y que contrasta con la alta demanda de pilotos que se prevé para los próximos años.
El precio para obtener la licencia de piloto comercial (permiso ATPL) varía según la escuela y la vía elegida para alcanzarla. Tal y como explica Juan, un estudiante del grado de piloto de aviación comercial y operaciones aéreas en el centro privado CESDA «hay tres vías»: la licencia ATPL se puede obtener de manera integrada mediante un curso de 18 meses al que se puede acceder sin ninguna formación aeronáutica previa; de manera modular, o sea, un proceso largo que consiste en encadenar la obtención de licencias de manera escalonada hasta llegar a la ATPL; y por último, mediante un grado universitario, como es el caso de Juan.
25.000 EUROS POR CURSO / Este grado, aclara Juan, quien pide aparecer con un nombre distinto al suyo para preservar su identidad, «consta de cuatro cursos y 240 créditos, como cualquier otro». Lo que varía es el importe de la matrÃcula, de unos «25.000 euros por curso». Este monto es superior ya no solo al exigido en la mayoría de los grados universitarios, también al precio que pagan muchos pilotos comerciales por su formación. Juan es consciente, aunque aclara la razón por la que se decantó por esta vía: mediante la carrera universitaria se obtiene, además de la licencia de piloto, el tÃtulo en operaciones aéreas, lo cual es «un modo de asegurarte una profesión en el sector para el futuro» ante cualquier posible eventualidad, como una lesión, que pueda apartarte del trabajo de piloto.
Aunque él no lo ha hecho, Juan señala que es «bastante común» entre los estudiantes endeudarse para financiar la formación. En esta afirmación coincide Salvador, otro aspirante a piloto que por razones de seguridad también aporta un nombre ficticio. Él cursa la última fase de la formación modular. En su caso, ha tenido que pedir un crédito bancario de 50.000 euros para poder obtener la licencia, que él calcula que acabará suponiéndole unos 60.000 euros, entre horas de vuelo y demás formación.
Salvador aclara que ha optado por la vía modular porque puede «compaginarla con otros estudios», no por abaratar costes, ya que «la diferencia en ese aspecto no es muy notable». En un aeroclub de Barcelona corroboran esta versión: «El curso integrado cuesta 64.000 euros», por la horquilla de «entre 50.000 y 70.000 euros» que implica cursar una formación modular.
MEJOR VALORACIÓN / Un caso contrario al de Salvador es el de Carlos, un estudiante para piloto comercial en Sevilla que lleva a cabo una formación integrada y quien también pide aparecer con un nombre distinto al suyo. Se inclinó por esta vía por dos motivos: por un lado, con esta modalidad puede «cumplir su sueño de ser piloto» en solo 18 meses; por otro, afirma, hay «voces» en el sector que aseguran que desde las aerolíneas se valora mejor a un candidato proveniente de una formación integrada antes que a un piloto formado mediante la vía modular. La familia de Carlos lleva 10 años, momento en el que decidió cuál sería su futuro profesional, ahorrando para hacer frente a los 80.000 euros que abonará por 18 meses de formación integrada.
La aviación ya es una realidad para Julen "“también nombre ficticio"“, un joven piloto vasco que desde hace algo más de dos años trabaja en una compañía de bajo coste. Él no considera endeudarse una buena opción, ya que los sueldos «pueden dificultar la devolución del crédito». Además, recalca, una vez que el piloto es contratado, este debe pagar la habilitación para el modelo de aeronave que va a manejar, algo que supone otro gasto importante que oscila entre 20.000 y 30.000 euros. «Antes, esos cursos los solía pagar la aerolínea, pero ahora lo hace el piloto», añade…