«Estos grandes eventos traen grandes cambios», dijo el vicepresidente ejecutivo de la aerolínea LATAM Enrique Cueto, en una mesa redonda junto a otros ejecutivos celebrada en la Cumbre de Aviación Latinoamericana, que se celebró en Santiago bajo el alero de la Feria Internacional del Aire y del Espacio (Fidae).
También participaron en el coloquio Germán Efromovich, presidente del grupo Synergy que controla la aerolínea colombiana Avianca; el presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, y el presidente del grupo uruguayo Buquebus, Juan Carlos López Mena.
Los ejecutivos consideraron que la magnitud de los cambios en la industria variará en función de las causas del confuso incidente con el avión malasio, que están siendo investigadas y constituyen un enorme misterio.
La aeronave desapareció el sábado 8 de marzo en el océano Ãndico tras desviarse de su ruta Kuala Lumpur-Beijing con 239 personas a bordo.
El argentino Juan Carlos López Mena, del grupo Buquebus, planteó que quizás en el futuro los pilotos de un avión no podrán cambiar el rumbo de la aeronave, que estará controlada por una «central de seguridad mundial», algo parecido a lo que ocurre con las naves espaciales.
Enrique Cueto se mostró sorprendido por el hecho que algunas tecnologías muy extendidas, como el almacenamiento en la nube, no se apliquen aún a la aviación comercial.
«Es increÃble que la industria aérea (esté) siempre detrás, porque estos cambios son caros, y que desaparezca un avión 15 días y no sepamos dónde está», dijo el responsable de LATAM, producto de la fusión de la chilena LAN y la brasileña TAM.
Cueto señaló que se destinan millones de dólares a la búsqueda de las cajas negras de los aviones siniestrados, un gasto que se podría evitar en gran medida si la información estuviera disponible de manera «virtual».
El dueño de Avianca apuntó que la tecnología hoy en día permite «sofisticar los métodos de control» para evitar que un avión desaparezca y se desconozca el momento y el lugar en que eso sucede, como en el caso del MH370 de Malaysia Airlines.
«Nadie se imaginó una situación como esta, es muy rara, nadie la puede explicar», señaló Efromovich, quien añadió que con los próximos avances tecnológicos será «prácticamente imposible» que un accidente aéreo pase desapercibido.