INDUSTRIA AERONÁUTICA

El complicado despegue de los aviones ‘made in China’

China ha gastado miles de millones de euros en desarrollar su propia industria de aviación, un ambicioso proyecto que se remonta décadas atrás y que ha tomado impulso en los últimos años con la presentación de varias aeronaves de pasajeros. Estos modelos tienen cierto recorrido en el potente mercado aeroespacial chino, cuyos principales actores están controlados por el Estado, pero la falta de tecnologías clave para la producción de semejante obra de ingeniería en el país asiático sitúa a la industria autóctona en desventaja frente a los gigantes Boeing y Airbus.

Las dudas que recaen sobre los Boeing 737 Max 8 tras los accidentes en Etiopía e Indonesia han vuelto a poner sobre la mesa en el país asiático las posibilidades comerciales del C919, un avión de pasajeros de fuselaje estrecho creado por el fabricante local COMAC, de propiedad estatal. El aparato, que pretende competir con los Boeing 737 y los Airbus A320, sigue en fase de pruebas y se prevé que no trasladará a pasajeros hasta el año 2021, una vez consiga la certificación de los reguladores chinos. La empresa dice que ha recibido más de 800 pedidos de esta aeronave, el 95% de los cuales procedentes de aerolíneas chinas, cuya propiedad es –con contadas excepciones- también del Estado.

“Nosotros no determinamos qué marca comprar o cuántos aviones se adquieren; esto depende de la voluntad de las autoridades”, admite Chang Waisan, subdirector del departamento de Estándares y Operaciones de China Southern Airlines, una de las tres grandes aerolíneas chinas. Solamente por la bendición del Gobierno chino, por tanto, el C919 tiene una enorme proyección en un mercado inmenso y en pleno crecimiento. Pero incluso en este país hay aún varios obstáculos que superar: “No creo que [el C919] pueda desplegarse tan rápidamente. Además de todos los permisos, se necesitan pilotos y tripulaciones que estén entrenados para esta nueva aeronave. Y construir un avión no es lo mismo que construir cientos de ellos por todo lo que implica en términos de servicios de mantenimiento, que ahora no están desarrollados”, dice Chang.

El C919 se promociona como “100% chino”, aunque en realidad solamente la mitad de sus componentes son fabricados en el país asiático. Otros tantos, entre ellos algunos vitales para que eche a volar, proceden de Estados Unidos y Europa. En cualquier caso, la aeronave es considerada el pináculo de los esfuerzos de este país para construir un gigante de la aviación comercial…

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