La plataforma de verificación de la identidad con biometría de la startup estadounidense Airside, autorizada por el Departamento de Seguridad Nacional, ya permite que los ciudadanos estadounidenses y canadienses que visitan Estados Unidos pasen por la aduana de forma segura con su aplicación Mobile Passport, sin necesidad de comprobaciones manuales de documentos en papel. De hecho ocho millones de viajeros ya la utilizan para poder disfrutar de esa experiencia electrónica en las aduanas de más de 30 aeropuertos del país. Amadeus ha apostado por esta solución de identidad móvil con una inversión estratégica.
Airside trabaja así para que la autenticación de los viajeros sea más rápida y sencilla, eliminando los puntos de congestión de la identificación a fin de que el viaje sea una experiencia aún más agradable para todos.
Para ello trata de fomentar que los viajeros presenten sus pasaportes y formularios de declaraciones aduaneras con anticipación a través de la aplicación, de manera que puedan acceder a controles de seguridad independientes y rápidos en el aeropuerto. Los usuarios sólo tienen que escanear la aplicación e inmediatamente reciben la decisión del control fronterizo, lo que agiliza el viaje.
No obstante, los casos prácticos de esta tecnología van más allá de los controles aduaneros. Ya se trate de hacer una reserva, de embarcar en un crucero con mayor rapidez o de registrarse en una habitación de hotel de forma remota, Amadeus está trabajando en una plataforma global junto a socios estratégicos como Airside, para permitir que los agentes de la industria ofrezcan experiencias memorables y fluidas a sus clientes.
Amadeus busca integrar algunos componentes de Airside en su plataforma de identificación de pasajeros, lo que contribuirá a que la industria turística ofrezca una experiencia más fluida a los viajeros
Amadeus y Airside también comparten una visión común sobre la privacidad como elemento prioritario en su actividad, al igual que la seguridad. Prueba de ello es que Airside deja la privacidad y el control en manos del pasajero gracias a su arquitectura descentralizada, lo que implica que son ellos los que controlan sus propios datos en lugar de que éstos se almacenen en una base de datos central que pueda estar expuesta a infracciones…