Basta con darse una vuelta por la página web de Emirates España, una de las pocas compañías que operan vuelos de primera clase en nuestro país, para darse un baño figurado de lujo. "Relájese en su suite privada, rejuvenezca en la ducha spa del A380 y disfrute de una lujosa comida siempre que le apetezca", oferta la popular aerolínea. ¿Necesita algo más? Puede, si quiere, socializar en la moderna sala VIP del A380, cuidarse su piel con un pijama de microcápsulas hidroactivas y perfumarse con colonia de Bulgari, "una exclusiva fragancia floral amaderada".
Todo esto puede llegar a su fin más pronto que tarde, ya que cada vez son más las compañías aéreas que han reducido o directamente eliminado el servicio de primera clase. Emirates es una de ellas: como recuerda ‘The Telegraph’, esta misma semana ha anunciado que eliminaría algunos de los asientos de primera clase de la línea que une el aeropuerto londiense de Gatwick y Dubái como respuesta al aumento de demanda durante las Navidades. Anteriormente, ya había hecho lo propio en el A380 para expandir el tamaño de la clase ‘business’ y turista.
Esta evolución pone de manifiesto una realidad que han señalado a menudo las compañías aéreas y los expertos en el sector: que la primera clase es cada vez menos rentable, en la medida en que es preferible cobrar menos por cada billete turista que ofrecer este servicio y tener vacía una gran parte del aeroplano. Algo que ya había sugerido de forma nada equÃvoca Alexandre de Juniac, CEO de Air France-KLM, cuando había descrito la primera clase como "poco más que un caro truco de ‘marketing’" del que nadie saca beneficio, y que tan solo se mantiene por una cuestión de estatus…