El grupo aeronáutico franco-holandés Air France-KLM ha entrado de lleno en la guerra por la conquista de los vuelos de bajo coste en Alemania y lo ha hecho a través de Transavia, su filial para las rutas más económicas. La aerolínea ofrece vuelos desde Múnich, el segudo aeropuerto de Lufthansa y uno de los centros más importantes para la distribución de tráfico de la compañía alemana.
Múnich es la primera base de Transavia fuera de Francia y Holanda, los dos países de origen del grupo Air France-KLM. Alexandre de Juniac, ahora expresidente del grupo, declaró en su momento, que la instalación de Transavia en el aeropuerto alemán era el primer paso de una gran expansión europea, incluyendo la compra de aerolíneas competidoras. Las previsiones de Air France-KLM es alcanzar aproximadamente los 20 millones de pasajeros en 2019 y aumentar el número de aviones de 70 a 100.
Por su parte, la aerolínea alemana Lufthansa no se quedará parada. Con su filial Eurowings, ha agrupado a Germanwings y a la aerolínea de larga distancia Sun Express. Todo para competir con Transavia, Ryanair e Easyjet, pretendiendo ser la tercera compañía aérea de bajo coste de Europa…
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