El 16 de diciembre de 2013, el Gobierno convocó a funcionarios, representantes de empresas privadas, organismos internacionales y cuerpo diplomático a Casa Presidencial para presentar el nuevo plan maestro del Aeropuerto Internacional Monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez.
Más de un año después de ese acto, la implementación de dicho plan no ha iniciado. Según el documento, la primera fase de la ampliación de la terminal de pasajeros debió haber comenzado en 2014 y ser completada en 2017.
De acuerdo con Kimley-Horn, la firma que elaboró la propuesta, esta es la fase en la que el aeropuerto sufriría más cambios. Entre los proyectos que propone el plan están ensanchar la terminal 10 metros en la parte posterior a los mostradores en los que ahora las aerolíneas hacen el chequeo de los pasajeros, en la primera planta.
También estaba previsto que se construyeran nuevas gradas eléctricas, así como segmentar el lujo de pasajeros para que los que llegan no se encuentren con los que salen.
En el exterior del edificio se construiría una plaza con jardines para visitantes del aeropuerto y un mirador de cuatro niveles donde hoy está el parqueo para empleados. El primer nivel seguiría siendo parqueo, mientras que en el dos y tres se ubicarían restaurantes y área de juegos para niños, y en el cuarto un mirador.
En 2017 se remozaría la fachada principal del aeropuerto. Todas estas obras requieren una inversión de US$115 millones.
Cuando se presentó el plan maestro, la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA) anunció que en 2014 iba a obtener los recursos para financiar esta primera etapa de ampliación, con el fin de que los trabajos iniciaran en enero de este año. Sin embargo, el Gobierno aún no decide por cuál esquema optará para financiar la ampliación. El anterior Gobierno manejó un asocio público-privado (APP) como una de las opciones más fuertes, aunque tampoco descartó un crédito con algún organismo multilateral o un mecanismo de financiamiento en bolsa.
En su última visita al aeropuerto, el vicepresidente y comisionado para la inversión, Óscar Ortiz, aseguró que el Gobierno trabajará en la definición de tema este año. "Estamos preparando todas las condiciones en el transcurso de este año para presentar un modelo, el modelo de gestión, el modelo de financiamiento y en el más corto plazo comenzar las operaciones de ampliación", declaró. Ortiz afirmó que la apuesta es que el aeropuerto internacional sea, después del aeropuerto de Tocumen, en Panamá, el más competitivo de la región.
"Estamos preparando el proyecto para ampliar las operaciones de nuestro aeropuerto y convertirlo en uno de los dos centros más fuertes, más completos en toda la región después de Panamá", apuntó.
Empero, el grueso de las obras todavía no despega. La decisión sobre cómo financiar el proyecto es solo un primer paso. El presidente de CEPA, Nelson Vanegas, informó hace unas semanas que la institución pidió a Kimley-Horn unos "ajuste" al plan maestro, pero además antes de comenzar los trabajos se deben de licitar los estudios de prefactibilidad, factibilidad y los diseños de la expansión del aeropuerto.
La infraestructura ya sobrepasó su capacidad en cuanto a la atención de pasajeros. Con las remodelaciones hechas a finales de los años noventa, su capacidad llegó a los 1.6 millones de pasajeros, pero solo el año pasado la infraestructura recibió a 2,4 millones de personas. Para 2015, CEPA espera 2,6 millones de pasajeros. Si el plan de ampliación se lleva a cabo, la terminal podrá recibir a 6.6 millones de transeúntes hacia 2032, aunque a corto plazo se buscará atender a 3 millones.
La aerolínea Avianca ubicó su centro de conexiones regional en este aeropuerto, trasladando sus operaciones desde San José, Costa Rica. Estuardo Ortiz, vicepresidente ejecutivo de Avianca, comentó en 2014 a LA PRENSA GRÃFICA que la compañía desea agregar más vuelos al "hub" de El Salvador, pero señaló que "es muy importante que en el país se generen las condiciones adecuada"…