Varios empleados de Air France se encuentran hoy detenidos como parte de la investigación judicial abierta tras los incidentes violentos ocurridos en la sede de esa aerolínea.
La empresa, en la que el Estado galo posee el 17,6 por ciento del capital, comunicó a principios de este mes que podría recortar dos mil 900 empleos entre 2016 y 2017, anuncio que coincidió con una jornada de huelga convocada por los sindicatos.
La cifra había circulado por los medios de prensa tras el fracaso de las negociaciones entre la dirección de la aerolínea y los sindicatos de pilotos.
Con el alegado objetivo de aumentar la productividad, Air France propuso a los pilotos aumentar su tiempo de vuelo un centenar de horas al año por el mismo salario.
La propuesta fue rechazada por los trabajadores, quienes además argumentaron que sus condiciones son peores que las de otros colegas de aerolíneas como Swiss Air y British Airways.
El plan anunciado concerniría a 300 pilotos, 900 azafatas y comisarios de bordo y mil 700 empleados de tierra, detalló la dirección de la compañía.
Confirmó que cinco aviones serían retirados de la flota de largo recorrido en 2016 y otros nueve en 2017. Asimismo anunció el cierre de varias líneas y la reducción de frecuencia de vuelos en otras.
En el contexto del llamamiento a la huelga, entre mil y dos mil manifestantes se agruparon frente a la sede de la compañía, en las afueras de la ciudad.
Cientos de ellos entraron al lugar e interrumpieron la reunión en la que la dirección comunicaba su plan a los representantes del personal y se produjeron algunos incidentes violentos en los que al menos siete personas resultaron heridas, según reportes de medios locales de prensa…