Autoridades de Aeronáutica Civil aseguran que la decisión está tomada. Trabajadores protestan frente a Casa Presidencial y exigen una reunión con el presidente para analizar el impacto negativo.
El fantasma del accidente del vuelo 390 de TACA, que en mayo de 2008, cobró la vida de cinco personas, es de nuevo el sustento para el anuncio de cierre del aeropuerto Toncontín. Bajo el argumento de la seguridad para los pasajeros, el mandatario Juan Orlando Hernández reveló que la terminal aérea de la capital quedará relegada como una base de emergencia militar y todas las operaciones de vuelos internacionales se trasladarán al nuevo aeropuerto de Palmerola, en Comayagua.El mandatario confirmó que se tienen los recursos para construir la terminal aérea, por lo que el 26 de marzo se iniciará el proceso de licitación internacional de la obra. "Toncontín debe quedar exclusivamente para uso de una emergencia militar.
Se desarrollará una industria de servicios para poder llevar a los pasajeros desde Tegucigalpa en 40 minutos, en un bus cómodo a una velocidad moderada, con maletas y todo", aseveró el mandatario.Pero el traslado de la capital hasta Comayagua no es de 40 minutos sino de una hora, pues separan a ambas ciudades 86 kilómetros.Las personas que deseen viajar al extranjero deberán trasladarse por carretera, en un país donde los accidentes de tránsito son la segunda causa de muerte.Y es que solo en 2014 más de 700 personas fallecieron en accidentes viales, según los informes de la Dirección Nacional de Tránsito (DNT).Empero, la decisión está tomada, afirmó el titular de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil, José Navarro.
"El Presidente dio la orden. Este año se hace la licitación, en enero de 2016 se inicia la construcción y la terminal se concluye antes de 2017, y en la primera semana de enero el presidente entregará el nuevo aeropuerto" estimó el también piloto.Posiciones divididasEl anuncio de cierre del aeropuerto ha dividido a la opinión pública. Mientras unos están a favor del traslado de los vuelos internacionales a Palmerola, otros aseguran que con la medida se lapida la economía en la capital.Los primeros en alzar la voz en contra fueron los miembros de un grupo de empleados del aeropuerto, quienes se apostaron en las afueras de la Casa Presidencial a primera hora, ayer, para pedir que no se cierre la terminal aérea que ha funcionado los últimos 95 años en la capital.
Con pancartas exigieron que se permita que sigan las operaciones de Toncontín, ya que el aeropuerto es fuente de empleo de decenas de familias."No puede tomar esa decisión el presidente, aquà hay mucha gente trabajando, familias que comen de esta fuente", dijo uno de los manifestantes.A ellos se suma el sector privado. El presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT), Miguel Mourra, adelantó que el cierre de Toncontín tendrá un impacto negativo en las finanzas y la inversión de la capital…
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