El jefe de Ryanair, Michael O"™Leary, lleva años lanzando propuestas polémicas y mensajes provocadores hacia su competencia. El último tampoco deja indiferente a nadie. Ha dicho que no descarta la posibilidad de que en 10 años los vuelos sean gratuitos.
Estuvo en boca de todos cuando afirmó por ejemplo que ir al baño en los aviones fuera de pago o que hubiera vuelos en los que los pasajeros fueran de pie para optimizar el espacio e incrementar la ocupación del avión y el ingreso por metros cuadrado de cabina. La estricta regulación sobre seguridad aérea no hará posible nunca esta provocadora idea de O"™Leary pero tampoco deberíamos extrañarnos si alguna low cost empieza a cobrar por ir al lavabo o crea algún servicio Premium de pago compatible con el retrete de uso público.
Volviendo a los billetes gratis, si analizamos los precios que se pagan por algunos tickets y cómo está evolucionando la industria aérea quizá podamos entender el pronóstico de la aerolínea irlandesa. Por poner una referencia el precio medio del billete aéreo de Ryanair ha sido de 46 euros estos últimos meses y se estima que este invierno caerá de un 10% a un 15%.
El negocio aéreo deja ingentes cantidades de dinero a los aeropuertos, tanto a través de las tasas que cobran a las aerolíneas y que éstas repercuten a los pasajeros como a través de los ingresos de los bares, cafeterías, tiendas duty free y demás comercios instaladas en los aeródromos, que además suelen ser muy caros.
Al mismo tiempo, hay aeropuertos que bonifican a las aerolíneas para que operen en ellos, como le ocurre a Ryanair, y por eso ahora el siguiente paso que planea O"™Leary es que los aeropuertos compartan los ingresos que obtienen con las aerolíneas…