El aeropuerto de Barcelona-El Prat encadena una ristra de meses presumiendo de récords. A falta de que AENA confirme los datos de diciembre, la delegación del Gobierno en Cataluña ha adelantado que la cifra total de pasajeros rondó los 43 millones el año pasado. Pero ese crecimiento incesante que presenta El Prat penaliza a los aeropuertos secundarios de la red estatal. Reus y Girona operan bajo mínimos y su rentabilidad queda expuesta. La Generalitat considera que Vilobà d’Onyar opera en pérdidas y el tarraconense pierde 4 millones anuales, según AENA.
El aeropuerto de Vilobà d’Onyar (Girona) acumula siete años perdiendo actividad. La merma de pasaje es constante y, a falta de que se haga público el balance del último mes, en 2016 la caída fue del 6%. Apenas si se alcanzaron 1.650.000 pasajeros, unos cien mil menos que el año pasado. La Generalitat considera que si no se llega a los dos millones de pasajeros anuales, el aeropuerto y toda la economía que depende de él, pierde dinero.
Diputación de Girona, Cámara de Comercio y el Gobierno catalán integran la AGI, la Asociación para la promoción y desarrollo del aeropuerto gerundense. El ente, del que se desvinculó el Ayuntamiento de Girona por no poder asumir la cuota anual, ha aprobado aumentar en 2017 un 31,6% los fondos de promoción del aeropuerto Girona-Costa Brava. En total, se inyectan 5.457.100 euros. Eudald Casadesús, delegado del Gobierno catalán en Girona y presidente de la AGI, se ha mostrado confiado en que 2017 marcará un "punto de inflexión" y que el aeropuerto remontará hasta los dos millones de pasajeros.
Ryanair concentra buena parte de las expectativas de crecimiento. La compañía de bajo coste ha previsto para la temporada de verano nueve rutas nuevas, ocho de ellas al Reino Unido y una a Rumanía. No es la primera vez que la aerolínea irlandesa centraliza las esperanzas de futuro del aeropuerto de Girona.
La terminal, el aparcamiento y las instalaciones ejemplifican el antes y el después de lo que supuso hace una década la primera gran apuesta de Ryanair por la Costa Brava. Poco queda del fulgor que inyectó la compañía en las pistas de Vilobà d’Onyar. Entre 2007 y 2008 el aeropuerto Girona-Costa Brava sumaba incrementos de tráfico de hasta el 34% y veía pasar a 5,5 millones de pasajeros. La vorágine desencadenó inversiones cercanas a los 90 millones de euros…