Me entero de la posibilidad de que la mayor operadora aérea de Ãfrica, Ethiopian Airlines, comience a operar vuelos cargueros con sus Boeing 777-200F en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), convirtiéndose así en el primer operador del crecientemente pujante continente en ofrecer vuelos regulares a nuestro país, los cuales realizaría escalándolos en algún destino en el cual busca obtener derechos de quinta libertad, mismo que podría ubicarse en el norte de América del Sur o el Caribe.
Establecida en el año 1945 utilizando Douglas DC-3’s principalmente en la ruta a El Cairo, Egipto, la aerolínea bandera de la tierra del famoso emperador Haile Selassie (El Negus) y de grandes maratonistas y atletas olímpicos, ha convertido al Aeropuerto Internacional Bole de Addis Ababa en el Dubai africano, al que une a 115 destinos, empleando una nada despreciable flota de 85 aeronaves integrada por algunas de las más modernas, incluyendo Airbus A350-900 y Boeing 787-8.
Si bien debo confesar una sorpresa inicial al enterarme de la noticia, la verdad es que un análisis más en calma tiende a convencerme que la idea no resulta del todo descabellada, en especial tomando en cuenta la privilegiada ubicación geográfica de Addis Abeba y la capacidad de Ethiopian de hacer en ese aeropuerto conexiones muy "a la Emirate", no solamente con el resto de Ãfrica, sino también con el Medio Oriente, el subcontinente Indio y el Lejano Oriente (China en particular), sin pasar por los saturados o convulsionados aeropuertos del Golfo Pérsico.
Lo cierto es que el de Ethiopian, que además es parte de Star Alliance y tiene firmados un importante número de aerolíneas es un caso de éxito en el mundo del aerotransporte que habla muy bien del surgimiento de una nueva Ãfrica que debe ser tomada seriamente considerada por los mercados internacionales, algo que me recuerda por ahà a lo que está sucediendo con Panamá y su aerolínea COPA, que sin hacer mucho ruido se han convertido en todos unos protagonistas en el contexto latinoamericano…