Sin hacer excesivo ruido, el Gobierno francés ha realizado la mayor privatización de una infraestructura desde la venta de las autopistas de peaje entrelos años 2005 y 2006. El pasado 28 de julio, el aeropuerto de Niza y el de Lyon dejaron de estar en manos del Estado francés. Con la privatización de sendos aeródromos regionales, las arcas públicas han recuperado una cifra nada desdeñable: 1.757 millones de euros.
Después de tres meses de trámites y licitaciones, los ministerios de Economía e Industria, designaban a los nuevos propietarios de sendos aeropuertos. Hasta el 2044, el aeropuerto de Niza estará en manos del consorcio Azzurra, una alianza formada por la empresa italiana Atlantia (65%), el aeropuerto de Roma (10%) y una filial de la empresa eléctrica francesa EDF Invest (25%). El aeródromo de Lyon ha recaído en manos del consorcio formado por Vinci Airports (51%), Caisse des Dépôts et Consignations (24,5%), entidad financiera de carácter estatal, y la aseguradora Predica (24,5%).
Así, sendos consorcios controlarán el 60% de sus respectivos aeropuertos, la participación que, hasta ahora, era propiedad del Estado. Las respectivas cámaras de comercio e industria, así como las administraciones regionales, departamentales y locales, continuarán controlando el 40%.
LA MEJOR OFERTA ECONÓMICA
Tras el anuncio del cierre de la venta, el ministerio de Finanzas y el de Economía, reconocían que ambas asignaciones se han basado en la mejor oferta económica. El consorcio Azzura puso sobre la mesa un cheque de 1.220 millones de euros para convertirse en el propietario del tercer aeropuerto más importante de Francia, con un tránsito de 12 millones de pasajeros al año. Por su parte, el consorcio liderado por Vinci Airports, desembolsará 535 millones de euros para explotar el aeródromo de Lyon, en el cuarto puesto del ranking con 9 millones de pasajeros anuales, hasta 2047…