Las dos cajas negras del avión que se estrelló el pasado jueves en el este de Mali cuando volaba para la aerolínea Air Algérie deben llegar este lunes al organismo oficial francés encargado de los accidentes aeronáuticos, el BEA, en Le Bourget, cerca de París.
El director de la Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA), Rémy Jouty, señaló en una entrevista a la televisión «France 2» que las cajas han estado «en manos de las autoridades de Mali», que es a quienes corresponde dirigir las pesquisas del siniestro por ser el país donde se produjo, pero «nos han pedido ayudarles».
Por eso, el traslado a Francia desde la ciudad de Gao en el norte de Mali a donde se llevaron en un primer momento se ha organizado «muy rápidamente» y los expertos «desde mañana» las esperan en Le Bourget para explotar su contenido, explicó Jouty.
En cuanto a la segunda, la que graba las conversaciones que se producen en la cabina, «parece mucho más dañada», aunque añadió que «es demasiado pronto» sacar conclusiones de esa primera constatación y el BEA confía en que pueda aportar informaciones.
Más de 200 militares, en buena parte franceses, se encargan de garantizar la seguridad del sitio al que cayeron los fragmentos del avión, una zona de sabana en plena estación de lluvias a casi diez horas de camino por tierra de Gao, adonde está previsto llevar los restos mortales antes de enviarlos a París para una identificación en profundidad previa a la repatriación a los países de origen.
Francia tiene desplegados a unos 1.600 militares en Mali como continuación de la operación que lanzó a comienzos de 2013 para desalojar a los yihadistas que controlaban el norte. Además, cuenta con bases en dos países vecinos, Níger y Chad…
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