Peter Cerdá, vicepresidente para las Américas de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, en siglas en inglés), justificó la decisión tomada por la fábrica estadounidense de aviones Boeing de suspender la producción de las aeronaves 737 MAX a partir de enero debido al cambio de la certificación prevista por los reguladores aéreos para el año 2020.
«Lo más importante es que cuando el 737 Max pueda volver a volar, lo haga con todas las condiciones de seguridad y las garantías necesarias para que nadie dude de su operabilidad y en ese sentido la FAA (Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos) está analizando cada detalle para que cuando se certifique su operación, sea con todas esas garantías», explicó Cerda a Télam.
Señaló que «Boeing tomó una decisión comercial y está bien que así sea, porque, además, cuando pueda volver a poner la aeronave en el aire, deberá ser de manera coordinada con los otros reguladores mundiales a los fines de que entre en operación de manera, mas o menos simultánea para todos».
El lunes último Boeing, mediante un comunicado, señaló que, al suspender la producción se podrá priorizar la entrega de los aviones almacenados y aclaró que no se esperan despidos ni licencias en este momento.
«Retornar el 737 MAX de forma segura al servicio es nuestra principal prioridad. Sabemos que el proceso de aprobación del regreso del 737 MAX al servicio y de determinar los requisitos adecuados de capacitación debe ser extraordinariamente exhaustivo y sólido a fines de garantizar que nuestros reguladores, clientes y el público en general tengan confianza en las actualizaciones del 737 MAX», dijo la fábrica en el comunicado.
Los aviones Max, de los cuales Aerolíneas Argentinas posee cinco unidades, se encuentran en tierra desde que, con pocos meses entre uno y otro, se registraran dos accidentes que dejaron un saldo de más de 340 muertos.
Los problemas con el 737 MAX ya le han costado a la empresa alrededor de US$ 9.000 millones y esta semana las acciones de la compañía cayeron más del 4% entre las especulaciones de que anunciaría, como ocurrió, una suspensión de la producción.
Además de Aerolíneas, que tenía previsto en principio reemplazar su flota de Austral de aviones Embraer con los Max y ahora deberá rever esa medida, otras compañías que operan en nuestro país con aviones Max y también se ven afectadas por contar con órdenes de compra de esa aeronave, son Copa Airlines y Gol.
