Los sindicatos con representación en Iberia denunciaron este jueves el proceso de «desmantelamiento» al que, en su opinión, el grupo IAG está sometiendo a la compañía tras poner en marcha un severo plan de ajuste que incluye el despido de 3.141 miembros, el 15% de la plantilla actual y de los que la mitad ya han salido de la empresa a través del expediente de regulación de empleo (ERE) en vigor. La última pieza de ese «plan» es, a su juicio, la reciente formalización de un pedido de 200 aviones al consorcio Airbus, el gigante europeo de la aeronáutica, de los que ninguno está destinado a la flota de la aerolínea española de bandera.
Según fuentes sindicales, «resulta toda una contradicción» que desde la cúpula de IAG -en la que son socios la propia Iberia y British Airways- se afirme que no se van a contratar nuevos aparatos para la aerolínea española hasta que sea rentable -en los últimos 12 meses ha reducido a una tercera parte sus pérdidas (35 millones al cierre del primer semestre) y, al mismo tiempo, no se invierta en una nueva flota que «permitiría ajustar mucho los costes», al consumir menos carburante y requerir menos mantenimiento. «Es casi una burla», lamentaron, al tiempo que anunciaron que en septiembre se plantearán nuevas medidas de protesta si la empresa continua sin presentarles «un verdadero plan de viabilidad».
Desde la sede de IAG en Londres, sin embargo, se argumenta que lo que ha permitido reducir costes en Iberia ha sido el ajuste de su capacidad, de manera que no habría necesidad de nuevos aviones -de hecho, su previsión es des hacerse de 25 aparatos hasta 2015-, «al menos hasta que se encuentre en posición de crecer…………………