Nos habíamos acostumbrado a tener año tras año al aeropuerto de Changi que sirve a Singapur en lo más alto de las mediciones de los mejores aeropuertos del mundo. Y con justa razón; Changi se ha caracterizado por ofrecer servicios de excelencia a todos sus usuarios, llámense clientes (aerolíneas y prestadores de servicios), pasajeros y autoridades, apuntalando de esta manera el desarrollo de una industria de aerotransporte que complementa la vocación logística de esa ciudad-estado del sureste asiático que es la República de Singapur, toda una potencia económica y turística que atrae tanto flujos de tráfico origen y destino como importantes números de conexiones, muchos de los cuales son operados por una aerolínea siempre también en lo alto de las calificaciones por parte de los favorecedores: Singapore Airlines.
Sin embargo, de acuerdo al Airports Council International, por lo menos en lo que toca al año 2016, Changi ha cedido su trono a una gran estrella en el mundo de las grandes infraestructuras aeroportuarias: El Aeropuerto Internacional de Incheon, uno de los dos aeropuertos que atienden la demanda de Seúl, la capital de Corea del Sur.
Soy testigo del porqué; cuando tuve la oportunidad de utilizarlo, Incheon me pareció un aeropuerto con una clara vocación hacia la facilitación del tránsito de los pasajeros por sus instalaciones, sin dejar, como debe ser, de hacerle sentir a uno que la infraestructura y sus usuarios están debidamente protegidos contra las amenazas a las que todo aeropuerto está sujeto en el complicado entorno de la seguridad contra actos de interferencia ilícita.
El aeropuerto es grande, amplio, cómodo, iluminado, limpio, amigable, sencillo de recorrer, eficiente, conectado, divertido, económico y relajado. Su señalética es inmejorable. Sin duda es un aeropuerto que corresponde a las expectativas y necesidades de una nación crecientemente desarrollada y competitiva como lo es la hermosa y hospitalaria Corea del Sur.
Ubicado estratégicamente en el oriente de Asia, se ha posicionado como la mejor puerta de entrada desde América a mercados aéreos tan importantes como el chino, taiwanés, filipino, malayo, indonesio y hasta el singapurense, además claro está del propio mercado coreano y sus diversos destinos industriales, comerciales y turísticos…
