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Por: Alex Covarrubias, vicepresidente de SITA para aeropuertos y gobiernos en América Latina
En México, la industria del transporte aéreo es de las de mayor crecimiento, el transporte de pasajeros aéreos ha crecido 45% y el de carga 19% en lo que va de la actual administración federal, según la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). Además, en los últimos cuatro años también se ha incrementado en 47% la oferta de asientos, y en 40% la flota aérea de las principales aerolíneas.
Mantener la eficiencia operativa, sobre todo en grandes aeropuertos como lo es el actual aeropuerto capitalino, es tan solo uno de los principales retos en infraestructura que enfrenta México según la Asociación Latinoamérica y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA). Y es que ante este panorama, la mejora en el rubro operativo es un foco de inversión para conseguir que los pasajeros disfruten de un viaje sin estrés ni contratiempos, y que permanezcan informados con el fin de volver su experiencia de viaje más personalizada también. Tan solo un retraso de vuelo genera un costo a la aerolínea que va desde US$1,400 hasta US$4,500 por hora.
En la búsqueda de innovar y agilizar los procesos aeroportuarios, SITA encontró que los tres principales desafíos para aeropuertos y aerolíneas a nivel global son la gestión de la identidad de los pasajeros, el rastreo de equipaje y la ciberseguridad. Para ello, existen tecnologías de próxima generación que están siendo un parte aguas en la industria, pues impulsan mayor colaboración dentro del ecosistema aeroportuario al mismo tiempo que aportan beneficios tangibles para las empresas y los pasajeros.
Si nos enfocamos en esta ocasión al primer reto mencionado, es claro entonces que el uso de tecnologías de reconocimiento de datos biométricos y biográficos como única forma de identificación de los pasajeros es una solución que contribuye a hacer un aeropuerto inteligente aportando un buen balance entre facilitación para un tránsito seguro y seguridad en la identificación de los pasajeros en cada etapa del viaje.
Más de 100 aeropuertos de todo el mundo cuentan ya con algún tipo de control fronterizo automatizado, y la clave de esto es la expansión de los pasaportes electrónicos, con más del 50% de los pasajeros que ya utilizan este tipo de documentos de viaje los cuales contienen sus datos biométricos. Dichos datos biométricos son capturados por el ecosistema aeroportuario por medio de un escáner facial en el primer punto de contacto del viaje. El registro se compara con los documentos de viaje del pasajero, usualmente el pasaporte electrónico, generando así una ficha o token único y seguro.
Luego, en cada paso del viaje, desde el mostrador de documentación hasta la puerta de la aeronave o del control fronterizo, los pasajeros obtienen acceso solamente a través de la detección de sus rasgos faciales, sin tener que mostrar su pasaporte o tarjeta de embarque; lo cual pone al alcance de los pasajeros una experiencia de viaje eficaz, segura y sin interrupciones apoyada en un solo token móvil. La encuesta anual de SITA sobre tendencias de TI para aeropuertos y aerolíneas concluyó que el 29% de los aeropuertos a nivel mundial planean garantizar el uso del token único para 2020.
La aparición de un token único es seguramente uno de los desarrollos más emocionantes en la industria, tanto para los pasajeros que buscan acelerar su recorrido por el aeropuerto como para los beneficiarios que buscan el apoyo de la tecnología apostándole a una mayor eficiencia. Lo fascinante de este tipo de soluciones innovadoras es que también puede integrarse con sistemas gubernamentales y bases de datos de aerolíneas , permitiendo la inmigración validada instantáneamente y controles fronterizos mucho más precisos. Esto es algo que ya fue implementado en el Aeropuerto Internacional Logan de Boston en conjunto con JetBlue y el CBP, tratándose del primer sistema de abordaje biométrico del mundo utilizando solo un escáner facial para realizar el embarque de los pasajeros y, al mismo tiempo, completar los controles de aduana y de salida fronteriza de los EE.UU.
Las tecnologías de información están cambiando nuestra vida, así como también dando un giro a la industria del transporte aéreo al hacerla partícipe de este momento. Es por ello que SITA ve a México como un lugar clave para impulsar la innovación y ya está en conversaciones con CBX, puente peatonal transfronterizo destinado en forma exclusiva a pasajeros que cruzan la frontera entre los EE. UU. y México a través de la documentación en los Aeropuertos de Tijuana y San Diego, con el fin de poder implementar la tecnología de Smart Path. Esto traería a México el token único para seguir con esta tendencia evolutiva en la forma de viajar durante los próximos años y así mejorar la eficiencia en las operaciones, brindando una experiencia más satisfactoria a los pasajeros.