Quienes viven cerca de aeropuertos y aeródromos sufren a diario de una contaminación acústica que afortunadamente podría verse reducida de forma notable a corto plazo.
La NASA ha desarrollado cambios en el fuselaje y componentes del diseño básico de los aviones con los que el ruido generado por estas aeronaves se podría reducir en un 70%: los aeropuertos serían más silenciosos, y eso beneficiaría a las poblaciones cercanas a estas instalaciones.
Cambios en el fuselaje y el tren de aterrizaje
Un grupo de investigadores de la NASA en Langley, Virginia, comprobaron diversos componentes en un avión Gulfstream III al que por ejemplo le instalaron carenados porosos en el tren de aterrizaje para que pasara algo de aire, así como ciertos huecos en el fuselaje para mitigar el ruido.
Además se evaluaron cambios en ese espacio que surge entre el ala y los alerones (flaps) desplegados, lo que hizo que en las pruebas realizadas en el Armstrong Flight Research Center en Edwards, California tuvieran un éxito notable.
Al registrar el sonido que generaba un avión modificado y otro sin modificar con una matriz de 185 micrófonos se comprobó que por ejemplo en las maniobras de aproximación y aterrizaje "”el despliegue del tren de aterrizaje contribuye notablemente a ese ruido generado"” se reducían los niveles de ruido incluso por encima del 70% en algunos casos…