En la apertura de la 38 asamblea de la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI), el organismo de la ONU dejó claro que su prioridad inmediata es la seguridad del sistema aéreo internacional y que no prevé un acuerdo hasta 2020 sobre el conflictivo tema de las emisiones.
Tanto el presidente como el secretario general de la OACI, Roberto Kobeh y Raymond Benjamin, respectivamente, dejaron claro que el sector de la aviación civil internacional experimentará un fuerte crecimiento en los próximos 15 años y que los principales objetivos son los aspectos de seguridad y el operacional.
Las previsiones de OACI señalan que el tráfico de pasajeros y carga se duplicarán de aquà al año 2030 para cuando el sector transportará 6.000 millones de pasajeros y se efectuarán 60 millones de vuelos al año.
«Expandir la capacidad supone desafíos para los planificadores aéreos desde el punto de vista de la seguridad, la viabilidad económica y el liderazgo medioambiental», dijo Kobeh en Montreal (Canadá), durante una rueda de prensa tras la ceremonia de apertura de la 38 sesión de la asamblea de este organismo de la ONU.
Kobeh señaló que un transporte aéreo «rápido y fiable sigue siendo esencial para las esperanzas y expectativas de sectores económicos y los individuos de todo el mundo».
«Empresas y viajeros de todo el mundo esperan que la OACI ayude a gestionar este proceso con un mínimo impacto negativo sobre los actuales niveles de servicio y esto es precisamente lo que nuestros Estados quieren conseguir aquû, añadió el presidente del organismo.
En términos similares se expresó el secretario general de OACI, Raymond Benjamin, quien aseguró que el principal objetivo del organismo de la ONU es la seguridad.
«Nuestra prioridad es proteger la vida de los pasajeros. Estamos estudiando un planteamiento basado en riesgo (…) Estamos haciendo lo mismo con la carga. Hay cargamentos con un riesgo más elevado que otro», dijo Benjamin.
«Tenemos que depender de equipos más sofisticados. Tenemos que poner en los aeropuertos equipos que sean capaces de detectar explosivos plásticos o líquidos. En segundo lugar, tenemos que tener los documentos de viajes más fiables» añadió.
Con respecto a la problemática medioambiental, Kobeh y Benjamin, dijeron que aunque la reducción de las emisiones del tráfico aéreo es importante, el problema no es prioritario y la implantación de un mercado de carbono, como han solicitado ecologistas y algunos países, no es la única solución.
Kobeh destacó que la aviación civil internacional sólo contribuye a un 1,2 % de todas las emisiones de carbono anuales y que el sector se ha destacado por la utilización de nuevas tecnologías para reducir su impacto medioambiental.
«Hemos trabajado desde hace tiempo en el cambio climático. Los aviones hoy tienen un consumo de combustible un 80 % inferior que hace 30 ó 40 años. Tenemos diferentes elementos en la cesta de medidas», dijo Kobeh.
«Uno de ellos es el del mercado pero tenemos tecnología, operaciones, combustibles alternativos y estamos trabajando en todos. Quizás la discusión más difícil es la de las medidas de mercado, pero no quiero que la impresión sea que es la única área en la que trabajamos» añadió.
Con este planteamiento, Kobeh dijo que no espera que los países de la OACI lleguen a un acuerdo sobre emisiones que incluya un mercado de carbono hasta el año 2020.
En su intervención ante la OACI, la ministra española de Fomento, Ana Pastor, también reconoció que las negociaciones sobre emisiones «quizá sea uno de los asuntos que necesitarán un mayor esfuerzo de todas las delegaciones para lograr acuerdos de esta Asamblea», pero abogó por acuerdos y tecnología.
En declaraciones a Efe tras su intervención, Pastor reiteró: «tenemos que trabajar con todos los países por llegar a acuerdos y consensos para seguir siendo respetuosos con el medio ambiente».
La ministra española también se refirió en su intervención a las vÃctimas de accidentes e hizo una mención especÃfica a la tragedia…
