Las aerolíneas están adoptando iniciativas de ecoeficiencia en beneficio del medio ambiente y su cuenta de resultados. Aviones más limpios, prácticas operativas innovadoras y otras novedosas iniciativas son las estrategias de futuro que aseguran al mismo tiempo la sostenibilidad de las empresas y del planeta.
Mejorar la eficiencia energética implica que el consumo de combustible sea menor sin que disminuya por ello la movilidad de las personas.
IATA ha afirmado que las aerolíneas deben identificar áreas de mejora en todos los aspectos de sus operaciones. "Un avión consume combustible en base a su peso. La cantidad de prensa a bordo, documentación técnica, catering, agua, etc., tiene una incidencia sobre el consumo de un avión: a menor peso, menor cantidad de combustible consumido, menor emisión de CO2 y menores costes, una fórmula en la que son expertas las compañías de modelo low cost".
Aviones más limpios y eficientes
Los aviones de pasajeros que se fabrican hoy en día son un 70% más eficientes en consumo de combustible que sus equivalentes de hace 40 años y un 20% más que hace 10 años, y se prevé que su tecnología aún mejore un 25% hasta 2020.
Airbus y Boeing realizan grandes inversiones en investigación para desarrollar modelos cada vez más livianos, eficientes y silenciosos, con un menor consumo de combustible por pasajero y niveles inferiores de emisiones de CO2 y contaminación acústica.
De hecho, el Airbus A350 y el Boeing B787, los modelos más modernos en el mercado en estos momentos, pueden llegar a un consumo inferior a los tres litros de combustible por pasajero cada 100 km.
Asimismo, los fabricantes aeronáuticos han desarrollado dispositivos como los "winglet" y los "sharklet" que se instalan en las alas de los aviones para reducir la resistencia aerodinámica y mejorar su eficiencia. Según sus estimaciones, agregan una cuestión de supervivencia para la industria aérea una disminución de entre un 3 y un 4% del consumo de combustible en vuelos que superen los 1.800 km de distancia.
Renovación de flotas
Varias aerolíneas han basado su estrategia de ecoeficiencia en la renovación de su flota. Air France KLM ha realizado grandes inversiones en una flota moderna y ha logrado reducir su consumo a 3,45 litros/pasajero/100km. El grupo franco-holandés tiene una flota de 546 aviones con una media de edad de 10,7 años, por debajo de la media de las compañías de red tradicionales que IATA ubica en los 11 años.
La renovación de su vieja flota es también uno de los ejes centrales de la estrategia de Iberia que durante 2014 logró reducir un 1,68% sus emisiones de CO2. El año pasado recibió dos A-320 y tres A-330, con un ahorro final de un 15% de queroseno frente a los Airbus 340-300 que está sustituyendo. Al cierre del año, su flota tenía una media de edad de nueve años.
La antigüedad de las flotas de las low cost en muy inferior, dada la alta rotación de sus aviones. Ryanair opera una de las más jóvenes de Europa, de cinco años de media; la misma que la flota de airberlin…
