Al ritmo de un dólar inestable y una recuperación económica que todavía parece bastante lejana, el aeropuerto de Rosario volverá a perder otra conexión internacional, luego de que LATAM Airlines informara ayer que a partir del 1 de octubre levantará su ruta que lo une con Santiago de Chile.
Esta baja se suma a otra que la compañía hará efectiva desde el 19 de julio, día en que dejará de volar a San Pablo.
De esta manera la presencia de LATAM en Rosario quedará reducida a los seis vuelos semanales desde Lima, una ruta más razonable para canalizar tráfico más constante desde y hacia otros destinos del continente, frente a Santiago, destino con impronta más turística con origen en Argentina, que con un dólar sin techo cierto en el mediano plazo difícilmente repunte (razón por la que SKY también abandonó la ruta y por la que no creo que JetSMART se arriesgue, por ahora, a entrar).
La oferta internacional de Rosario quedará entonces reducida, además de Lima, a Panamá (un vuelo diario de Copa Airlines), Río de Janeiro (cuatro vuelos semanales de Gol) y de Recife (un vuelo semanal de Azul)…