La tecnología, la reducción del consumo, los nuevos materiales que se usan para la fabricación de aeronaves, la proliferación de compañías que han permitido que volar no sea un lujo y a la vez la sofisticación de algunos servicios a bordo y la especialización han puesto al transporte aéreo en un escenario que difícilmente imaginaríamos antes, según La Vanguardia.
Uno de los puntos que han cambiado la percepción de la aviación comercial por parte de los pasajeros tiene una palabra: internet. Compra de billetes, consultas de tarifas, información en tiempo real o contacto directo con las compañías sin intermediarios.
Todas están en esa carrera tecnológica y una de las que más ha desarrollado este medio a disposición del pasajero ha sido la compañía de bajo coste Norwegian, cuya flota de aviones tiene una característica particular: sobre el tercio trasero del fuselaje puede verse claramente un abombamiento.
Este aloja una potente antena de comunicaciones, complementaria a la que llevan todos los aviones comerciales. El elemento permite una función que se está haciendo muy popular entre sus pasajeros: poder conectarse a internet a bordo gracias al servicio WiFi que se activa durante el vuelo y se ofrece de manera gratuita…