El aeropuerto de Heathrow quiere ser el primero en el mundo en operar con aviones eléctricos, o a lo sumo híbridos, que transporten pasajeros en trayectos de hasta 500 kilómetros.
Los directivos tienen una fecha en el calendario: el año 2030. Y para cumplir con este objetivo su consejero delegado John Holland-Kaye lanzó un desafío: la compañía que logre operar de manera rutinaria un avión eléctrico no pagará las tasas aeroportuarias por un año, lo que supone un premio de 1,14 millones de euros.
La propuesta de Holland-Kaye fue lanzada en el encuentro Business Green Leaders en Londres. “Ya nos propusimos la meta en no aumentar las emisiones contaminantes a partir de 2020. La siguiente frontera son los vuelos que no emitan dióxido de carbono, y espero que pueda ser realidad en 2030”, señaló.
Heathrow espera que para dentro de 12 años ya haya aviones de este tipo que puedan volar desde Londres hasta Ámsterdam (371 kilómetros), Dublín (450 kilómetros) o Edimburgo (532 kilómetros).
El desafío del pase a modelos eléctricos
Los prototipos de aviones eléctricos son pequeñas naves que pueden volar, pero con cortas distancias y gracias a que son mucho más livianas –comparadas con los modelos comerciales-. El desafío es crear un modelo que pueda volar con la misma autonomía que cualquier aeronave a combustión.
Heathrow quiere que en 12 años haya aviones que puedan realizar vuelos de hasta 500 kilómetros
La clave está en lograr que la electricidad tenga la potencia suficiente para poder despegar una aeronave y mantenerla en el aire por un tiempo considerable, un techo de cristal que ninguna batería, por más poderosa que sea, lo ha logrado hasta ahora.
Dicho de otra forma: todavía ningún modelo electrónico puede igualar la potencia de un motor de combustión. Al menos en el mundo de la aeronáutica, porque en los coches este hito ya se ha alcanzado.
Por ello las investigaciones se concentran en modelos híbridos, que puedan tener turbinas a combustión y eléctricas.
La expansión de los aviones eléctricos podría abrir la puerta a las ampliaciones de los aeropuertos, resistidas por los vecinos por los ruidos de las turbinas
Las ventajas de un avión híbrido
Un avión híbrido podría despegar en modo eléctrico, lo que reduciría notablemente las emisiones en zona semi-pobladas, y que también le permitiría ser menos ruidoso. Una vez en el aire, a 10.000 metros de altura, puede cambiar a modo de combustión.
Esta opción más ecológica y silenciosa es un pasaporte a la expansión de los aeropuertos, que suele chocar con los intereses de los vecinos de los alrededores que se niegan a soportar el ruido de un mayor tráfico aéreo.
La carrera por el primer avión eléctrico
Más que un aeropuerto, Noruega pretende que todo el tráfico aéreo –por lo menos a nivel doméstico o en vuelos menores a los 90 minutos- sea operado por aeronaves eléctricas.
Varias empresas están en carrera por presentar el primer avión híbrido comercial. Airbus, Rolls-Royce y Siemens trabajan en el desarrollo de E-Fan X, que comenzaría a volar en 2020 y cinco años más tarde se espera que pueda transportar pasajeros. Se trata de un modelo híbrido, con tres turbinas de combustión y una eléctrica de dos megavatios…