Norwegian se ha visto obligada a retrasar el inicio de las operaciones aéreas entre Europa y Canadá por un lado, y en Argentina, por otro, como consecuencia del retraso en la entrega de los aviones Boeing 737 Max, generando otro problema para su debilitada economía. El retraso supone que los vuelos a Canadá serán ahora en 2019 mientras que las operaciones en Argentina en lugar de empezar en agosto se pondrán en marcha en octubre.
El retraso no es culpa de Norwegian sino del fabricante de los motores de los nuevos Boeing 737 Max, que se están entregando ahora cuatro semanas más tarde de lo previsto. Esto hace que la compañía, que ya tenía permiso para vender billetes, no pueda operar este verano europeo, con lo que los vuelos se emprenderán en la primavera de 2019. En el caso de Argentina, agosto es pleno invierno, por lo que el impacto económico no será grande desde el punto de vista de los ingresos, pero sí de los gastos, porque la estructura y los empleados están ya contratados esperando la llegada de los aviones para iniciar las operaciones.
La venta de billetes para las operaciones a Canadá iba a comenzar el próximo 23 de julio, según había permitido la autoridad canadiense del transporte. Bjorn Kjos, el director general de Norwegian, dio la noticia explicando que los problemas están en los motores que fabrica CFM.
La aerolínea noruega admite ahora que las pérdidas para este cuatrimestre serán importantes. Actualmente Norwegian ya ha recibido seis aviones B737 Max, con los que cubrirá los vuelos de verano entre Irlanda y Escocia en Europa y la costa este de Estados Unidos. Este mismo año Boeing debería haber entregado otros doce aviones de este tipo…