Tanto la Sindicatura General de la Nación (Sigen) como la Oficina Anticorrupción dictaminaron que no existe conflicto de interés que impida que Avianca comience a operar en el cabotaje argentino. Como se recordará, la compañía colombiana había adquirido en 2016 la empresa Macair, que perteneciera a la familia del presidente Mauricio Macri. En diciembre Avian se presentó a la Audiencia Pública para solicitar rutas.
Sacando a Andes y American Jet, aerolíneas que ya operaban en el país, de las tres nuevas aspirantes a convertirse en aerolínea argentina, Avian era la que corría con varios cuerpos de ventaja sobre los otros dos aspirantes por lo que significa el holding aéreo regional que encabeza Germán Efromovich. Era difícil imaginarse que podría tener dificultades para superar las exigencias técnicas, económicas y legales para lograr la concesión de las rutas que en estos días le estarán definitivamente otorgando.
Pero en el medio se metió el tema político y todo se demoró. Si la estrategia de Efromovich era sacar una ventaja al adquirir ésta compañía de aerotaxis en vez de otra o de crear una sociedad de cero, le falló el cálculo ya que difícilmente por sus antecedentes en el negocio les hubieran negado las rutas. A veces los atajos no son recomendables. La empresa cuenta con una orden de compra por 12 aviones ATR 72 "“dos de ellos ya en Buenos Aires y un tercero listo para volar"“, personal técnico ya contratado y un hangar en Aeroparque. Ya avisaron que se estarán presentando en la próxima Audiencia para solicitar más rutas, entre ellas las que componen el anunciado hub en Tucumán.
