Claire Banks está a punto de cumplir su sueño de la infancia de volar aviones de forma profesional.
Después de casi una década de trabajar como fisioterapeuta, su carrera en la aviación ahora está lista para despegar.
La aerolínea británica EasyJet acaba de ofrecerle un trabajo a la piloto de 36 años de Lancashire, en el norte de Inglaterra.
Así, se unirá a un número pequeño pero creciente de mujeres en todo el mundo que vuelan aviones comerciales.
Aunque alguna vez fue visto como un trabajo muy masculino, Banks dice que las actitudes afortunadamente han cambiado en las últimas dos décadas.
«Cuando acabé la escuela (convertirme en piloto) no era realmente una opción para mí, había muy poca información y la percepción era que era una carrera para hombres», afirma.
«Pero la industria ahora está trabajando arduamente para cambiar esa percepción y están haciendo que la carrera sea accesible para todos», comenta.
Con la advertencia de la industria global de la aviación sobre un déficit de pilotos a medida que aumenta la demanda de viajes aéreos, reclutar más mujeres podría ser una de las soluciones para resolver el problema.
Se espera que el número de pasajeros aéreos en todo el mundo aumente en un 6% en 2019, llegando a un récord de 4.590 millones, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés).
IATA predice que la cifra podrían alcanzar los 8.200 millones para 2037, liderados por la demanda en China, India e Indonesia.
Boeing, el mayor fabricante de aviones del mundo, dice que si el número de pasajeros aumenta a esa cantidad, se necesitarán 635.000 pilotos comerciales adicionales durante los próximos 18 años.
En este momento, solo el 5% de los pilotos de líneas aéreas son mujeres, según la Sociedad internacional de mujeres pilotos de avión (ISWAP, en inglés).
Ese porcentaje tendrá que aumentar para cumplir con el crecimiento esperado de la industria, dice Robin Glover-Faure, presidente de L3 Commercial Training Solutions, uno de los centros de entrenamiento de pilotos más grandes del mundo.
L3 prepara a profesionales de más de 40 aerolíneas, incluidas British Airways y Qatar.
Glover-Faure dice que para cumplir con el requisito de formar más pilotos «vamos a tener que recurrir a un grupo más diverso de personas que tienen el talento pero provienen de entornos en los que tal vez no hayan considerado hasta ahora ser pilotos».
La compañía también está invirtiendo dinero para encontrar más mujeres pilotos a través de un plan de becas. Ahora está ayudando a 10 mujeres al año a financiar su capacitación, que normalmente cuesta más de US$130.000 y puede tardar hasta dos años.
En la actualidad, la mayoría de las líneas aéreas requieren que los aspirantes a pilotos paguen por esos cursos, pero a menudo con la garantía de un trabajo una vez que los hayan completado.
Los reclutas, como Claire Banks, utilizan sus ahorros o piden prestado dinero a sus padres. Otros sacan préstamos.
Sin embargo, algunos operadores, como Air France, cubren el costo de la capacitación de nuevos pilotos.
Glover-Faure dice que a largo plazo, encontrar más pilotos femeninas requerirá romper «algunas de las barreras de percepción» que existen sobre esa profesión, yendo a escuelas y ferias de reclutamiento para explicar que ser piloto es una opción para un «grupo de personas muy diverso» .
EasyJet, que es una de las aerolíneas más grandes de Europa, también está tratando activamente de reclutar a más mujeres como pilotos.
David Morgan, su director de operaciones de vuelo, está a cargo de la contratación de pilotos. Dice que actualmente hay «una grave escasez de mujeres que ingresan a la industria».
Para corregirlo, EasyJet ahora apunta a que el 20% de sus nuevos pilotos sean mujeres para el próximo año. Actualmente solo el 5,4%, -o 215 de un total de 4.000 pilotos- son del sexo femenino.
Otra aerolínea que está trabajando arduamente para conseguir más pilotos mujeres es Virgin Australia. Se ha fijado uno de los objetivos más difíciles para sus nuevos reclutas: tener un equilibrio de género de 50:50 entre sus cadetes.
Lucinda Gemmell, jefa de recursos humanos en Virgin Australia, dice que de los 16 pilotos novatos que incorporó más recientemente, nueve son mujeres.
Hasta ahora, el género femenino representó apenas el 5,7% de los pilotos de la empresa aérea.
Hablando a título personal, Kathy McCullough de ISWAP dice que se debe hacer más en toda la industria para ayudar a las mujeres piloto a equilibrar sus carreras con la maternidad.
Agrega que se necesita un cambio para reducir la cantidad de mujeres que dejan de volar para poder cuidar a sus hijos.
David Morgan de EasyJet dice que su aerolínea ofrece patrones de trabajo flexibles.
«Muchas de nuestras mujeres pilotos tienen contratos a tiempo parcial o en un patrón de trabajo flexible en el que pueden adaptarse tanto a su vida profesional como a su vida familiar», dice.
McCullough agrega que un problema más serio en toda la industria es que algunas mujeres pilotos han denunciado acoso sexual.
Para que ocurra un cambio generalizado ella cree que la industria de la aviación necesita su propio momento #MeToo, y que «más mujeres necesitan hablar sobre el acoso que sufren».
Señala que el problema al que se enfrentan hoy es que cuando hablan de ello «se percibe como una queja».
Fue recién en la década de 1970 que las principales líneas aéreas estadounidenses comenzaron a reclutar pilotos mujeres y McCullough dice que los «números sombríos» de mujeres pilotos 40 años después son la prueba de que los problemas no se han abordado adecuadamente…