IAG fue una de las compañías aéreas europeas más castigadas el año pasado en bolsa. Tras la caída de un 26% que experimentaron sus tÃtulos hay varias razones pero quizá la más dramática fue el brexit y la alerta de beneficios que la empresa se vio obligada a hacer justo el día en el que se conoció el resultado del referéndum. La aerolínea hispano-británica cree que la salida de la UE va a impactar en sus cuentas por la posible reducción de demanda de vuelos.
Pero no es ése el único factor que ha pesado en la evolución de la compañía en bolsa. La última década no ha sido fácil para un sector acosado por la irrupción en tromba del fenómeno de las aerolíneas de bajo coste. Hoy en día la valoración en bolsa de la irlandesa Ryanair es casi idéntica a la de las tres grandes compañías de bandera que quedan en Europa, IAG, Lufthansa y Air France-KLM.
Ni el fuerte proceso de consolidación que se produjo en los últimos años ha conseguido que las compañías encarrilen su futuro. Desde algunas firmas de inversión anglosajonas se explica que uno de los motivos que está detrás de la diferencia de comportamiento entre las compañías americanas y las europeas del sector es la fortaleza y el control que hacen de las empresas los sindicatos de estas entidades.
Un artículo reciente apuntaba que solo IAG había conseguido recortar sus costes al nivel de las americanas tras ganar el pulso a los sindicatos después de una huelga de 22 días en 2010. Por si fuera poco, en los últimos años ha entrado de lleno en el negocio de las low cost tras la compra de Vueling y Airlingus…