Definitivamente, 2020 queda en el recuerdo como el peor año de la historia de la aviación. La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés) calcula que las pérdidas financieras por parte del total de operadores mundiales superan los más de US$118,5 mil millones, muy superior a las ya desastrosas estimaciones por US$84.300 millones de mediados del año pasado.
La situación en 2021 es paradójica. Después de un comienzo difícil, lentamente se abren esperanzas a medida que se restaura la capacidad en unos países. Hay un consenso de que se espera que sea mejor de 2021 a medida que los países abran sus fronteras y reduzcan las restricciones de viaje. Sólo con ello, las líneas aéreas van a comenzar a reactivar la capacidad, aumentar los ingresos que les ayudarán a disminuir sus pérdidas y reanudar sus compromisos a medida que reintegran personal o incluso abren nuevas contrataciones.
En este contexto, la empresa Cirium evalúa la cantidad de aeronaves comerciales que, inicialmente se encontraban en tierra a causa de la crisis desatada por la pandemia del virus COVID 19 y que hoy están de vuelta en servicio. Monitoreando el status de cada aeronave, incluyendo las cancelaciones de vuelo y cambios en los itinerarios, asegura que hay un retorno gradual al servicio.
En abril de 2020, los registros indican que las aeronaves de línea aérea detenidos alcanzan a las 16.522 unidades, independiente de la capacidad y modelo (es decir, sea fuselaje angosto, ancho o del tipo alimentador o regional). Un año después, al 06 de abril de 2021, sólo 8.084 aviones siguen en tierra lo que demuestra una reactivación del sector. Al 13 de abril de 2021, Cirium indica que 8.434 aeronaves de líneas aéreas han vuelto al servicio.
El retorno significativo no guarda relación con una reactivación de la demanda, aunque crea condiciones para ello ya que fuerza a una disminución de los precios para incentivar la demanda. Durante los próximos meses, se espera que las líneas aéreas operen con un exceso de oferta en un proceso que asumen como parte de un costo adicional para volver a impulsar la actividad. En este proceso, los mercados domésticos más grandes son los que están liderando la reactivación siendo los ejemplos más evidentes el caso de China y los Estados Unidos.
El Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI) ya señala que algunos mercados domésticos importantes con gran cantidad de viajeros pueden recuperarse antes de las proyecciones señaladas por la industria. En los Estados Unidos, la consultora Oliver Wyman dice que de mantenerse la tendencia actual, la aviación en ese país podría volver a la normalidad en 2022.
El retorno de las aeronaves a los cielos del mundo seguirá siendo lento. Se mantendría la tendencia actual, es decir, primero las aeronaves de corto y medio alcance para luego continuar con los equipos de fuselaje ancho o de mayor cantidad de asientos. Lo anterior, porque los viajes de larga y ultra larga distancia serán los últimos en reactivarse. Volviendo a los grandes mercados domésticos, algunas aeronaves de fuselaje ancho se están utilizando en satisfacer la alta de demanda en algunas rutas como ocurre en los Estados Unidos hacia destinos de playa en Florida, el Caribe e incluso Sudamérica, además de los vuelos “costa-costa”…