Autoridades nacionales, provinciales y municipales participaron ayer del lanzamiento del servicio que cumple un viejo anhelo de habitantes de la región: poder disfrutar del interior del país sin pasar por Buenos Aires.
De Benedictis, Recalde y Ramos, entre otros, encabezaron el acto en el aeropuerto de Fisherton.
Fuertes chorros de agua disparados por dos autobombas cumplen la tradición del bautismo del primer vuelo de Aerolíneas Argentinas que unirá Rosario con Iguazú.
El avión acaba de tocar tierra en el aeropuerto de Fisherton, tras un lento recorrido por la pista, exactamente frente al balcón donde los rosarios esperan o despiden a los viajeros, da un giro lento, se pone de cara al edificio central y detiene su marcha. Justo en ese momento, los fuertes chorros de agua disparados por dos autobombas cumplen la tradición del bautismo del primer vuelo de Aerolíneas Argentinas que unirá Rosario con Iguazú, en Misiones.
Llega procedente de Córdoba, para cumplir la ruta regular que desde ayer unirá la ciudad con uno de los destinos turísticos más apreciados del país, donde está una de las nuevas Siete Maravillas del Mundo, las Cataratas del Iguazú.
Cumple un viejo anhelo de habitantes de la región: poder disfrutar del interior del país sin tener que pasar por Buenos Aires. «Hacer real el país federal», como definió el secretario de Transporte de la Nación, Alejandro Ramos.
«La única verdad es la realidad y este vuelo es una realidad que acerca a Rosario y a todas las ciudades de la región al país y eso, más allá de la alegría que nos da tener esta conectividad, es vital para el desarrollo del país, sobre todo del interior, que se beneficiará con el crecimiento de la actividad económica y con la generación de trabajo», explicó Ramos durante el acto de lanzamiento del nuevo vuelo, que se realizó en la planta alta del aeropuerto Islas Malvinas.
Lo acompañó el titular de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, quien celebró haber llegado a Rosario «en un vuelo que viene de Córdoba y no de Buenos Aires».
«Esto es posible merced al gran esfuerzo hecho por un gran número de argentinos del sector público y del sector privado, también, pero sobre todo a la decisión de la presidenta (Cristina Fernández de Kirchner) de recuperar la aerolínea de bandera», enfatizó.
Recalde advirtió que, cuando Aerolíneas Argentinas volvió a manos del Estado, «Santa Fe tenía sólo cinco vuelos, que se repartían entre la capital provincial y Rosario y que, como todos recuerdan, llegaban mal, tarde y con un mal servicio».
«Hoy, gracias a la inversión hecha en la compañía, la ciudad de Santa Fe tiene siete vuelos y Rosario 18, a los que hay que sumar las 15 frecuencias que opera en la región Sol Líneas Aéreas», detalló el funcionario.
Acaso dando una pista de cuáles son los planes de Aerolíneas para el aeropuerto de la ciudad, Recalde precisó: «Hoy Santa Fe tiene conectividad con Aeroparque, con Ezeiza, lo que les permite a los pasajeros de la región embarcar desde Rosario en vuelos internacionales. Ahora también con Iguazú y Córdoba. ¿Por qué no podemos soñar con tener, como tantas veces nos han pedido, un vuelo que una Rosario con Bariloche?».
Satisfacción. Raúl Garo, el director de aeropuerto de Fisherton, admitió que contar con vuelos que unan a Rosario con las principales ciudades del interior «es un objeto largamente deseado por todos y hoy, con la concreción de la conectividad aérea con Córdoba e Iguazú, se ha logrado».
Junto al titular de Turismo municipal, Héctor De Benedictis, Garo señaló que «estos vuelos no sólo benefician a los rosarinos sino a todos los habitantes de una región que comprende un radio de hasta 200 kilómetros»…
