El presidente ruso, Vladimir Putin, ha anunciado la privatización de varias empresas rusas, entre las que se encuentra la aerolínea Aeroflot, para hacer frente a los problemas económicos que sufre el país.
La caída de los precios del petróleo, cuyos impuestos constituyen la mitad de los ingresos del Gobierno, han sumido al país en una grave crisis, lo que ha llevado a Putin a plantearse la privatización de algunas de las compañías más emblemáticas del país como Aeroflot o la petrolera Rosneft, informa El Periódico.
A pesar de esta decisión, Putin establece unas condiciones a las privatizaciones: "No debe producirse una venta de acciones a precio de saldo, los compradores deben estar establecidos en la jurisdicción rusa y el Gobierno impedirá "salidas de activos a zonas off shore"…