Los últimos pedidos de aviones de Ryanair al fabricante estadounidense Boeing, que suman un total de 375 unidades entre marzo de 2013 y septiembre de este año, se han realizado a través de una filial radicada en Luxemburgo que, además, obtiene sus fondos del paraíso fiscal de la Isla de Man. Con ello, la low cost irlandesa logra pagar el mínimo posible de impuestos, según una información publicada por el diario belga L"™Écho.
Hasta finales de 2012, la aerolínea compraba aeronaves utilizando para ello sociedades domiciliadas en Delaware (Estados Unidos), destino donde muchas compañías del Ibex 35 tienen domiciliadas empresas. Desde 2013, sin embargo, y siempre según el mencionado rotativo, ha cambiado de estrategia y ha acudido al Gran Ducado europeo, importante centro financiero con un estatuto fiscal ventajoso.
Ryanair compró hace casi dos años la sociedad luxemburguesa Acapulco y la renombró como Aviation Finance and Leasing (AFL). En febrero de 2013 creó una delegación homónima en Suiza y, un mes más tarde, bajo esta sociedad ya pidió 175 aviones Boeing 737-800. En septiembre de este año ha vuelto a hacer un encargo, esta vez para 200 unidades de la serie Max 200 del mismo fabricante…