Finalmente se espera que esta semana se den a conocer los detalles del plan de operaciones para Alas-U, la compañía propiedad de los extrabajadores de Pluna. En un principio se estima que la idea es empezar a volar antes de fin de año, de cara a la temporada alta, utilizando entre tres y cuatro aviones Bombardier. La opción que parece llevar las de ganar es devolver al fabricante canadiense los siete CRJ que pertenecieron a Pluna y alquilar tres o cuatro aparatos de los modelos 700, 900 o 1000. Ese negocio no implica que deba invertir dinero el Estado -que es garante del pago de los siete Bombardier- pero asume una pérdida en el patrimonio al deshacerse de tres aviones.
En caso de no prosperar la idea del gobierno, el plan B consiste en que los extrabajadores de Pluna alquilen en régimen de leasing (arrendamiento con derecho a compra) cuatro aviones Bombardier CRJ 700 o 900, con el respaldo del Estado. El gobierno uruguayo aceptó el pedido del gremio de otorgarle dos años de gracia antes de empezar a pagar por los aviones que cubrirán rutas a destinos regionales. También está acordado que el Fondo de Desarrollo (Fondes) habilitará un préstamo a Alas-U por US$ 15 millones que servirá para capitalizar a la nueva compañía.