La compañía Southwest Airlines anunció hoy que concluyó la revisión de los 35.500 motores de sus aviones «sin hallazgos» de problemas que pudieran causar incidentes como el del 17 de abril, en el que una persona murió tras estallar una turbina en pleno vuelo.
El presidente de la aerolínea con sede en Houston (Texas), Gary Keller, aseguró que el informe ha sido «muy positivo» al determinar que ningún avión sufre desperfectos ni averías, en concreto en las aspas del ventilador de los motores modelo CFM56-7B.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte comenzó una investigación en abril cuando una de estas piezas se agrietó y acabó por romperse, provocando el estallido del motor, una de cuyas piezas, a su vez, reventó la ventanilla más cercana al ala del avión.
La pasajera que viajaba junto a ella, Jennifer Riordan, fue absorbida por la ventana rota debido a la despresurización de la cabina, lo que le ocasionó heridas de gravedad que provocaron su muerte.
El avión tuvo que descender de emergencia en Filadelfia con un solo motor, a pesar de que su ruta era entre Nueva York y Dallas.
Gracias a la habilidad de la piloto, que mantuvo una seguridad inquebrantable y «nervios de acero», se evitó que hubiera más vÃctimas mortales.
Este suceso generó la cancelación de un centenar de vuelos de la compañía en los días posteriores, aunque según sus propias cifras, la interrupción fue «mínima» durante las inspecciones, afectando «aproximadamente al 1 %» de los 4,000 trayectos programados este último mes.
Los problemas de Southwest Airlines no acabaron con los motores de sus aviones, el pasado domingo 13 de mayo un vuelo procedente de Denver (Colarado) se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en Dallas (Texas) por la pérdida de presión en la cabina…