Durante más de dos décadas, a partir de los años 80, los sueños de miles de estudiantes de aviación de todo el mundo de hacer carrera ejerciendo esas licencias que tanto dinero les costó obtener se fueron desvaneciendo conforme los operadores del mundo entero dejaron de contratar pilotos nuevos, como producto de esas eternas crisis económicas a las que se ha sometido el aerotransporte y la falta de crecimiento en términos reales de las flotas de las aerolíneas. Algo que no cambió hasta que llegaron las aerolíneas de bajo costo al mercado y de alguna manera detonaron la demanda, llevándola a segmentos que tradicionalmente no empleaban el aerotransporte.
Lógicamente que en esos tiempos, al no haber contrataciones, los centros de formación aeronáutica tuvieron menos alumnos y algunos de ellos dejaron de funcionar o se redujeron a su mínima expresión, creándose una virtual y peligrosa bola de nieve de desabasto de personal de vuelo. Hace unos 15 años tuve la oportunidad de conversar con un piloto que recientemente había dejado la Secretaría General de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México, mejor conocida como ASPA de México. Le expresé mi preocupación en el sentido que, dadas las circunstancias del desequilibrio de la oferta y demanda asociadas al exceso de candidatos y la falta de puestos disponibles, se pudiera llegar a un punto en el que la carrera de piloto aviador resultase tan poco atractiva que no se formasen los aviadores que eventualmente se requerirán conforme las aerolíneas tuviesen vacantes, debido al retiro de los pilotos entonces volando y a un posible resurgimiento de la demanda de personal técnico aeronáutico por el crecimiento de las aerolíneas. ¿No será que nos enfrentaremos en un plazo relativamente corto a una escasez de pilotos?, le pregunté.
Mi interlocutor estuvo de acuerdo conmigo. Lo que no pudimos definir con precisión fue el plazo. Hoy en día las alarmas suenan en las aerolíneas del mundo entero, principalmente en las de las regiones con alto crecimiento de la oferta de aerotransporte, como son las de Asia-Pacífico y Medio Oriente, toda vez que están teniendo dificultades para disponer de personal técnico aeronáutico, principalmente pilotos y mecánicos para operar sus crecientes flotas. Lo cual indica que el problema no sólo es en la cabina de vuelo, sino también en el hangar, asunto tampoco menor.
Lo cierto es que flexibilizando sus reglamentaciones laborales y migratorias nacionales, las grandes aerolíneas de muchas regiones del mundo hacen ahora grandes esfuerzos en atraer a los mejores y a los más experimentados pilotos y mecánicos de todo el mundo, los cuales provienen, claro está, de algunos cuadros de desempleados como los que generaron los cierres de Mexicana de Aviación, Aviacsa y Aerocalifornia en México, como de aerolíneas menores, de bajo costo, o taxis aéreos.
Los escalafones se recorren con mayor velocidad y nos estamos encontrando con señores comandantes que no han cumplido los 30 años de edad, tal y como sucedió en los años sesenta en los que era posible llevar a un piloto con escasos dos o tres años de antigüedad en una aerolínea al asiento izquierdo de un avión. ¿Riesgos a la seguridad? No necesariamente siempre y cuando el crecimiento de los servicios de…