«No siento que haya hecho nada heroico. Solo estoy contento de que el niño no resultara herido». Son las palabras del guardia de seguridad Grzegorz Paczek, que trabaja en el aeropuerto de Katowice (Polonia), y que salvó a un menor de una probable lesión gracias a sus rápidos reflejos.
Como ha quedado registrado en las cámaras de seguridad, los hechos ocurrieron muy rápido. El padre del niño lo dejaba sentado en el borde de la mesa, para después ocuparse de recoger sus pertenencias, tras pasar por el detector de metales del aeropuerto. Fue entonces cuando el niño se precipitó al suelo de cabeza pero, como si de una película se tratara, Paczek consiguió salvarle en el último minuto lanzándose al suelo.
«Me di cuenta de que el niño estaba sentado en la mesa y no parecía muy estable, y luego comenzó a caer hacia adelante», explicó Paczek a «The Telegraph». «Yo estaba de pie, a cuatro o cinco metros de distancia, y me di cuenta de que no…
