China y Rusia han llegado un acuerdo para producir el CR929, el primer avión de cuerpo ancho y dos pasillos que no lleve la marca de Boeing o de Airbus. Pero la alegría rusa ha durado bien poco. La idea inicial era fabricar un avión conjuntamente. Rusia tiene una larga tradición en la fabricación de aviones, con dos fábricas históricas, mientras China apenas ha hecho algunos pinitos con aviones pequeños y ahora espera poder un día volar un avión de 180 pasajeros, que aún no está listo y, por lo tanto, no se ha vendido.
Pero los problemas surgieron de inmediato: China le dijo a Rusia que Comac, su empresa, sería la única con derecho a vender el avión en China, donde se considera que puede haber un mercado de mil aviones para los próximos 20 años. A cambio, China le cede a Rusia el mercado local ruso, donde el mercado puede ser de cien aviones en el mismo periodo, y el del resto del mundo, donde hay que competir con Boeing y Airbus y, desde luego, no será fácil…