Es sin duda el cliente más atractivo para las agencias, pero también el más exigente. Es el viajero de lujo. Gasta unos 5.000 euros de media, se va de vacaciones entre dos y tres veces al año y reserva su viaje en las agencias con mayor asiduidad que otros clientes. Así lo hacen el 49% de los viajeros de este segmento. Estas son algunas de las conclusiones del estudio ‘El viajero de lujo en España’ realizado por ObservaTUR en colaboración con Meliá Hotels International y la aerolínea Iberia.
El análisis se ha elaborado a partir de encuestas a ocho agencias de viajes especializadas (Atlántida Viajes, Bestours Viajes, B the travel brand, Ferrer & Saret, Nuba Expediciones, Presstour, Utópica Travel y Grupo Viajabien) y a cerca de un millar de españoles de clase alta y media alta.
En la presentación del estudio, este miércoles en Madrid, el responsable de ObservaTUR, Marcos Franco, ha destacado que es un segmento en auge, que «crece por encima de la media del sector». Para este año calcula que su demanda aumentará un 6%. Es además un nicho de mercado «más resistente a las crisis que otros». Todo ello lo convierten en «un segmento muy atractivo» tanto para las agencias de viajes como para aerolíneas y hoteles.
Así lo ha reconocido la directora de Ventas de Meliá, Francisca Mérida, quien ha señalado durante la presentación que este es uno de los segmentos «estratégicos» para la cadena, que tiene 33 hoteles Premium abiertos en este momento y 12 proyectos en marcha, además de ser una de las líneas de negocio más rentables para la compañía.
Por su parte, el director de Ventas España para Iberia y British Airways, Guillermo González, ha destacado que es un cliente prioritario para la aerolínea española y buena prueba de ello es que en los últimos años han invertido en mejoras en su clase Business, en la clase Premium Economy, así como en sus salas VIP para atraer a este viajero.
Tres tipos de clientes
El estudio incide en la necesidad de distinguir varios tipos de clientes dentro de este segmento. Por un lado, estaría el cliente de lujo propiamente dicho, que viaja siempre en este segmento, y, por otro, el cliente Premium, que lo hace de manera ocasional, ya sea por luna de miel o celebración de un aniversario.
Una de las características más relevantes de este consumidor es su capacidad de gasto, que se sitúa muy por encima de la media.
Si el viajero español medio invierte unos 714 euros en sus vacaciones, según los datos del Informe de Temporada Verano 2019 de ObservaTUR, este realiza un gasto medio de 5.000 euros «y de ahí para adelante», de acuerdo a la experiencia de Bestours Viajes, Ferrer&Saret, Nuba y Presstour.
Sin embargo, la mitad de las agencias consultadas eleva esa cifra hasta situarla en promedio por encima de los 8.000-10.000 euros (B the travel brand, Utópica, Viajabien y Atlántida). Una de las agencias consultadas confiesa incluso que «ahora tenemos una familia que se va a gastar 700.000 euros» en sus vacaciones.
Según la encuesta a los viajeros de clase alta y media alta (452 de los 938 entrevistados), el gasto por persona de su último viaje de lujo fue de media 3.891 euros, pero con notables diferencias entre ellos.
Un 17%, que se englobaría en el viajero de lujo por excelencia, se gastó más de 5.000 euros con un gasto medio de 11.792 euros. Un 34%, el viajero Premium, se gastó entre 2.500 y 5.000 euros y una media de 3.750 euros. Mientras que el 49%, viajero calificado como Upscale, gastó menos de 2.500 euros y una media 1.338 euros por persona.
En cuanto a la modalidad de contratación, se trata de un consumidor acostumbrado a reservar en las agencias. El 49% del cliente del segmento de lujo contrata estos viajes a través de una agencia, aunque esa proporción baja al 47% en el segmento Premium y cae hasta el 33% en el cliente Upscale.
Destino
El viaje de lujo por excelencia es al extranjero. Y en estos momentos el destino más demandado «por unanimidad» es Japón, según las agencias consultadas, con las islas Maldivas y los países del este de África por detrás.
Según Marcos Franco, Japón está ahora «de moda», entre otros motivos, porque siempre ha sido un destino exótico para los españoles, que ha recuperado atractivo tras el desastre nuclear de la central nuclear de Fukushima de 2011 y que se está beneficiando de la próxima celebración de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Se trata de un viaje que para el cliente español representa un gasto medio por encima de los 6.000 euros por persona…