Hay dos escenarios posibles si llegaran a sucederse una ola de huelgas en Barcelona-El Prat para el verano: el más optimista calcula un impacto económico de 45,4 millones de euros, y el más pesimista, de 90 millones de euros.
Estas cifras fueron previstas por el Foro Regulación Inteligente, organización que analiza tres frentes de tormenta: una posible huelga de controladores del centro de Barcelona, un recrudecimiento de los paros del centro de Marsella, y una hipotético regreso de los pilotos de Vueling a realizar un cese de actividades.
Los controladores de Barcelona están cerca de lograr una solución, pero no dan por terminadas las negociaciones. Enaire acercó una propuesta para aumentar las plazas de trabajadores un 21%, y los trabajadores darán una respuesta este viernes.
En tanto con los de Marsella no hay solución a la vista, y sus medidas de fuerza repercuten gravemente en el espacio aéreo español, sobre todo en Vueling e Iberia, lo que llevó a los directivos de IAG a reclamar medidas ante la Unión Europea.
El fantasma de Ryanair
Pero a este panorama también se suma las amenazas de huelga en Ryanair. Los tripulantes de la aerolínea irlandesa dieron hasta el sábado 30 plazo a la empresa para responder a sus demandas. De lo contrario, irían a la huelga. Pero no sólo sería promovida por los españoles, sino de los sindicatos de otros países como Portugal, Italia y Bélgica…