El calor nuevamente ocupa el primer lugar de las quejas de los usuarios del aeropuerto internacional General en Jefe «Santiago Mariño». Los abanicos salieron a relucir, y quienes no tenían este artilugio para refrescarse tomaban los boletos para generar el mismo efecto.
A Rosmary Estrada, de Caracas, le parece un descuido que las autoridades del terminal no ejecuten el mantenimiento o cambio de los equipos de aires acondicionados. Estrada es de las pasajeras que toma esta debilidad del terminal aéreo como un golpe al turismo. "Cómo es posible que siendo Margarita una isla turista no estén pendiente de los pequeños detalles que influyen en el concepto que se forjan los visitantes, sobre todo los extranjero".
La incomodidad para los pasajeros es, si se quiere momentánea, porque solo están de paso por las instalaciones mientras despega el avión, realidad muy distinta para aquellos que trabajan en las instalaciones, ya sea en el comercio o con las aerolíneas.
Empleados del terminal también pronunciaron sus quejas, aunque prefirieron mantenerse en el anonimato para no generarse inconvenientes. La deficiencia del sistema de aire es un problema de vieja data y quienes padecen por el calor exigen que se haga la inversión necesaria para resolver el problema.
Espera. Luego de chequear los boletos, dos horas antes de la salida, los pasajeros no tienen muchas opciones para distraerse y deciden sentarse en las escaleras o el piso de la aeroplaza. Ricardo Sandoval, de Puerto Ordaz, explicó que el sentarse a ver cómo pasa la gente o embalan las maletas es más divertido que estar en el área de prevuelo y por ello prefiere ubicarse en las escaleras y pasar el tiempo hasta que se aproxime la hora de abordar el avión…