Los recortes de capitales federales iniciados a partir de marzo tendrán efecto desde hoy en importantes aeropuertos de Estados Unidos bajo forma de miles de cesantías, vacaciones obligadas y demoras en los trámites.
La adecuación presupuestaria en el gobierno del presidente Barack Obama se traducirá en unos 637 millones de dólares menos para la rama de la aeronáutica nacional, con un respaldo anual de 16 mil millones de dólares.
Ray LaHood, secretario de Transporte, y Michael Huerta, jefe de la Administración Federal de Aviación (AFA), informaron en un comunicado que el público norteamericano debe estar preparado para los cambios que se avecinan debido al embargo de fondos estatales.
De acuerdo con las previsiones, unos 55 mil empleados del sector transportación en general serán colocados en la condición de licencia sin sueldo por 11 días antes del término del presente año fiscal (30 de septiembre).
Otro contingente de 47 mil trabajadores en la nómina de la AFA, muchos de ellos controladores aéreos, está bajo peligro de clasificar para la categoría de vacaciones obligadas, una variante gerencial entendida como el preludio del despido.
Estamos haciendo lo posible para encontrar un respaldo financiero de al menos mil millones de dólares, es una situación penosa la que atravesamos, comentó Hood entrevistado por la agencia Bloomberg.
Algunos de los aeropuertos que se verán afectados desde este lunes son el New York’s Newark, el JFK, LaGuardia, el Chicago’s O’Hare, el California’s LAX, y en Mississippi’s la terminal Atlanta Harsfield-Jackson.
Más de dos millones de empleos se perderán durante 2014 en Estados Unidos de aprobarse un programa republicano que pretende recomponer el presupuesto federal, advirtieron expertos del Instituto de la Política Económica (IPE).
Si la Casa Blanca accede a implementar el proyecto del congresista Paul Ryan, la economía nacional se contraerá en 1,7 por ciento y el desempleo aumentará en 0,8 puntos porcentuales, alerta la misma fuente.
La idea de Ryan es suprimir 4,6 billones de dólares de los gastos domésticos, y esta opción perjudicará sobremanera los estándares de vida de la clase media estadounidense, subrayó un comunicado del IPE.
Los cortes al presupuesto nacional por valor de 85 mil millones de dólares entraron en vigor desde el 1 de marzo último sobre la base de un complicado esquema fiscal certificado por demócratas y republicanos en 2011.