INDUSTRIA AERONÁUTICA

El futuro de Iberia en IAG amenaza con provocar una crisis diplomática. Riesgo de represalias contra el Banco Santander, Iberdrola y Ferrovial en el Reino Unido

 

Choque de trenes entre el Gobierno de España y Reino Unido por el futuro de Iberia y British Airways en IAG. En Moncloa se teme sobre todo que pueda haber represalias contra las empresas con importantes intereses en aquel país como el Banco Santander, Iberdrola y Ferrovial. Y trata a toda costa de minimizarlo.

Según ha sabido El Confidencial Digital de altos cargos del Gobierno, en Moncloa, pero también en el Ministerio de Fomento, se mantienen vigilantes ante un recrudecimiento de la conflictividad social en las próximas semanas a cuenta de la fusión de Iberia y British Airways.

El Gobierno busca evitar a toda costa un enfrentamiento con Reino Unido a cuenta de las tensiones entre Iberia y British Airways por el ajuste en IAG.

La tensión se ha incrementado notablemente

Las fuentes a las que ha tenido acceso ECD confirman que el consejero delegado de IAG, Willie Walsh, está presionado a la dirección de Iberia para que acometa nuevos ajustes en la aerolínea española con el argumento de que es la única manera de reducir sus elevadas pérdidas y con el objetivo de que la compañía pueda tener un plan de futuro viable y salir adelante.

La tensión ha ido creciendo en los últimos días, según estas fuentes, sobre todo tras la salida del capital de IAG de Bankia y El Corte Inglés, que sumaban juntas un 14%, lo que ha dejado la participación española en el holding formado por Iberia y British Airways en el 2,71% de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).

Esto quiere decir que la influencia de España en la aerolínea de bandera se ha reducido considerablemente, aunque el Gobierno no está dispuesto a tirar la toalla a través de la pequeña participación que le queda a través de la SEPI para intervenir en el conflicto.

Esquivar un choque diplomático a gran escala

Sin embargo, según las fuentes consultadas, el Ejecutivo si se ha marcado un objetivo claro: esquivar a toda costa un choque diplomático con Reino Unido por este asunto, que recuerda al que mantienen ya ambos países desde hace años por el Peñón de Gibraltar.

Por ello, la estrategia que se va a seguir es clara: evitar realizar declaraciones excesivas, pero sobre todo aquellas que puedan ser tomadas como una provocación por parte de las autoridades británicas y que acaben echando más leña al fuego a este conflicto.

Evitar las represalias a empresas españolas

Otro de los aspectos que se tiene en cuenta en los despachos de Moncloa es el riesgo a represalias a las empresas españolas con importantes intereses en Reino Unido, como el Santander, Iberdrola o Ferrovial.

Aunque no se trata de un país como Argentina, donde el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner expropió YPF a Repsol hace más de un año y todavía no le ha pagado una compensación justa, en el Ejecutivo español no quieren correr riesgos.

El Santander es el tercer banco más grande del Reino Unido en términos de depósitos, el segundo más grande en hipotecas, y el cuarto más grande en sucursales operadas, con más de 25 millones de clientes. La filial que preside Ana Patricia Botín cuenta con más de 1.300 sucursales, y emplea a más de 25.000 personas en todo el Reino Unido.

Iberdrola es la mayor empresa de renovables del país y la tercera distribuidora eléctrica tras la adquisición de ScottishPower.

Ferrovial está presente en el mercado de Reino Unido con su división de construcción, con la que ejecuta varios contratos del "˜Crossrail"™ de Londres, entre otros proyectos, y con la de Aeropuertos, a través de su participación en Heathrow.

Acaba de entrar también en el sector de servicios a compañías energéticas y de suministro de agua, con la compra de la empresa británica Enterprise a 3i Group por 443 millones de euros.

Malestar en Iberia por una foto de British

Tal y cómo se contó en este confidencial, existe malestar entre el personal de Iberia, y sobre todo de los pilotos, con British Airways por ilustrar la portada de su revista corporativa de mayo con la foto de la cola de uno de sus aviones y el Peñón de Gibraltar como fondo.

La imagen ha causado un profundo enfado entre los pilotos españoles, que además lo consideran una provocación en medio del conflicto por los despidos en la compañía.

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